Aunque el número total de perforaciones reportadas a nivel global aumentó de 25.356 en 2014 a 53,582 en 2023 (el año más reciente para el cual se dispone de datos), se registró una disminución del 23% entre 2022 y 2023, especialmente notable para el oro y el cobre.
Un nuevo estudio de Accenture muestra que la exploración minera enfrenta más obstáculos que nunca: aumento de riesgos geopolíticos, mayores regulaciones, entre otros. Ante esto, los descubrimientos de nuevos yacimientos minerales son menos frecuentes, y los plazos de exploración se han extendido significativamente. En promedio, ahora toma aproximadamente un 40% más de tiempo, en comparación con hace solo 15 años, para pasar del descubrimiento a la producción.
Frente a los crecientes riesgos geopolíticos, las demandas de los stakeholders, los costos en aumento y los tiempos de espera más largos, las empresas de exploración también han tenido que conformarse con aumentos modestos en sus presupuestos. En 2010, 2.213 empresas públicas y privadas con presupuestos de exploración superiores a $100.000 gastaron colectivamente $11,5 mil millones explorando metales no ferrosos; en 2023, la cifra comparativa fue de $12,9 mil millones.
Aunque el número total de perforaciones reportadas a nivel global aumentó de 25.356 en 2014 a 53,582 en 2023 (el año más reciente para el cual se dispone de datos), se registró una disminución del 23% entre 2022 y 2023, especialmente notable para el oro y el cobre.
Martín Tavil, director ejecutivo para la Industria Minera de Accenture Chile explica que “en este escenario, las mineras están invirtiendo cada vez más en la extensión de la vida de las minas existentes. Esto se debe, en parte, a las reservas minerales que se agotan y a la disminución de las calidades de los minerales; y porque es más rápido y económico llevar los minerales al mercado a partir de operaciones existentes donde ya se cuenta con la infraestructura. Atravesar todo el ciclo de exploración con un proyecto de nueva creación -con todos los trámites de permisos y los obstáculos para obtener la licencia social que implica dicho proyecto- requiere un plazo mucho más largo”.
El estudio muestra que el impacto de esto se puede ver en la proporción de los presupuestos de exploración de las empresas mineras dedicados a la exploración “de base” (grassroots). De 2010 a 2023, estos presupuestos disminuyeron del 33% al 23%, mientras que la proporción de presupuestos asignados a “sitios de minas” (minesites) aumentó del 24% al 38%.
La evidencia de que los descubrimientos son más difíciles de lograr se puede ver en la disminución de los hallazgos importantes de cobre y oro en los últimos 15 años. Entre 2010 y 2016 se registraron 22 descubrimientos significativos de cobre y 36 descubrimientos significativos de oro. Entre 2017 y 2023, estos números disminuyeron a siete para el cobre y once para el oro.
La oportunidad de la IA
Mientras las empresas mineras enfrentan estos desafíos, las mejoras en los datos y la inteligencia artificial, incluyendo la IA generativa, están permitiendo a las empresas reinventar cómo buscan minerales y adquieren conocimiento sobre ellos. Tavil destaca que “la recopilación y curación de datos geológicos, geofísicos y geoquímicos tradicionalmente requiere un esfuerzo manual significativo, conocimientos en geociencias y procesos que consumen mucho tiempo.
La IA puede ayudar a las mineras a descubrir rápidamente correlaciones dentro de conjuntos de datos vastos y complejos, lo que aumenta la velocidad de los descubrimientos a través de análisis y modelado geológico más rápidos, acelera la toma de decisiones, reduce los costos de descubrimiento y mitiga los riesgos. En otras palabras, la IA está aportando una velocidad, precisión y escalabilidad increíbles a la recopilación y análisis de datos.
FUENTE: PORTAL MINERO