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¿Está “muerta” la reforma previsional?: Análisis al estado de una tramitación que el Plebiscito seguiría dilatando

La reforma previsional vive un difícil momento y la luz al final del túnel pareciera distanciarse. Desde el Partido Republicano incluso han ido más allá, afirmando que una de las reformas más emblemáticas del Gobierno de Gabriel Boric “está muerta”.

Por su parte, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara recurrió al “realismo político” para explicar el retraso de las esperadas indicaciones y dijo que “la fecha estará en función de un acuerdo” el cual aún estaría lejos de concretarse. “Es evidente que se acerca prontamente un Plebiscito constitucional y hubiéramos querido haber resuelto el tema antes de este evento”, añadió la secretaria de Estado, por lo que la tramitación del proyecto podría seguir dilatándose hasta después del 17 de diciembre, fecha del referéndum, lo que el mundo político no mira con buenos ojos.

El 7 de noviembre se cumple un año desde el ingreso de la reforma al Congreso, donde ha tenido un debate accidentado y con escasos avances, por lo que los fantasmas de las fallidas reformas previsionales de los anteriores gobiernos son inevitables. Hasta ahora, solo se ha aprobado la idea de legislar en la comisión de Trabajo de la Cámara, sin mayores acuerdos sobre su contenido. El Ejecutivo había comprometido indicaciones para renovar el proyecto antes de octubre, sin embargo, los plazos no se cumplieron.

Así, el esquivo acuerdo sigue congelado y distante, y distintas voces ya ven la posibilidad de que el Gobierno no logre concretar su reforma como una opción real. De hecho, diputados de la comisión de Trabajo admiten que al acercarse diciembre, aumenta la tensión y la polarización por el ambiente de las elecciones, dificultando aún más la tramitación del proyecto.

La mirada de expertos

El economistas David Bravo, quien lleva años manifestando la urgencia de una reforma al sistema de pensiones y quien incluso presidió una comisión sobre la materia convocada por la ex Presidenta Michelle Bachelet, habló con Emol,y consideró “natural y apropiado” el retraso de las indicaciones del Ejecutivo, ya que “solo tiene sentido acelerar el trámite una vez generado el espacio para el acuerdo y no al revés”.

Dicho eso, sostuvo: “La pregunta es si se está avanzando en generar ese espacio de acuerdo“.

Aún el Gobierno no ha puesto toda la información que se requiere para poder enfrentar rigurosamente la discusión, es decir, que permita tener clara e indiscutidamente la situación del escenario sin reforma, tanto en monto como en tasas de reemplazo (que consideren toda la historia de cotizaciones y no solo la última) para los pensionados actuales y los que vienen”.

“Información que debería confrontarse con aquella que refleje las distintas propuestas”, agregó.

En cuanto a las declaraciones de Arturo Squella, líder del Partido Republicano, quien dijo que la reforma “está muerta”, Bravo enfatizó en que “muestran lo difícil que pueda ser el avance en consensos cuando hay una elección ad portas”.

“Creo que el deber de todos los grupos políticos es no ir emitiendo certificados de defunción de las propuestas de otros sino más bien ir abriendo caminos de diálogo y puntos de encuentro”, agregó.

Sobre esto último, Cecilia Cifuentes, economista y directora del Centro de Estudios Financieros ESE Business School, señaló a Emol que esta discusión “es una necesidad, y en ese sentido espero que la reforma de pensiones, como idea, no esté muerta, porque necesitamos hacer una reforma de pensiones”.

En ese sentido subrayó que “decir a estas alturas que la reforma está muerta, me parece que es un poco complejo, es cierto que yo no comparto la reforma que presentó el Gobierno, me parece que sería negativa, lo que no quita que crea que puedan existir espacios para aprobar perfeccionamientos al sistema previsional”.

En cuanto al contexto en que se está tratando de sacar adelante la iniciativa, Cifuentes planteó que “hay una realidad política que es bien compleja”. Esto, por la serie de elecciones que se han realizado durante la administración del Presidente Gabriel Boric.

“Hemos visto en los últimos gobiernos que aprobar reformas importantes de magnitud significativa en general es algo que los gobiernos deberían hacer en sus dos primeros años, porque ya en el tercer y cuarto año entran en periodos electorales, y eso complica la búsqueda de acuerdos. Y lamentablemente en esta situación tocó que había elecciones durante los cuatro años del gobierno, eso ha dificultado yo creo los acuerdos”, cerró.

Voces de oposición

El más categórico con el destino de la reforma fue Agustín Squella, presidente del Partido Republicano. En entrevista con “El Mercurio”, aseveró que “la reforma previsional está muerta, no tiene espacio alguno, menos con el devenir del debate constitucional que ha exacerbado la posición de los chilenos, que lo que quieren es ahorrar para poder enfrentar sus necesidades con su familia desde el momento de la jubilación”.

Palabras que tuvieron algo de eco en la UDI. El diputado Cristián Labbé criticó a la secretaria de Estado y aseguró que “perdió la batalla cultural y técnica con el proyecto de pensiones”.

Bajo ese ese punto de vista, sostuvo que concuerda con el punto de vista de Squella, por lo que “creo que lo más razonable es que haga su propuesta y sea el Congreso quien decida”.

“Ella (Jara) está más preocupada de que el programa de Gobierno del Presidente se siga cayendo a pedazos que de permitir la decisión democrática en el Congreso Nacional. Mientras ella está más preocupada de no tener otra derrota profunda en materia de pensiones, la PGU no se aumenta. Le pedimos separar el proyecto madre y tramitar la PGU por separado”, agregó.

En tanto, el diputado Frank Sauerbaum (RN) consideró que se han cometido errores técnicos y políticos. En ese sentido apuntó que el Ejecutivo “ha sido errático porque se ha subido y bajado de mesas técnicas que no han llegado a nada, no hemos llegado a ningún acuerdo, y por lo tanto perdió seriedad también el debate”.

En esa línea, a su juicio, el Gobierno cayó en “maximalismo, porque trataron de refundar el sistema previsional y eso generó una ola de críticas. No solamente en nuestro sector, sino que también en su propio sector y hoy día no tiene consenso ni en los partidos de oposición ni de gobierno, por lo tanto se le ha generado el peor de los tormentas (al Gobierno)”.

“Yo creo que en la medida que se acerque la elección, más difícil va a ser llegar a un acuerdo y por eso nosotros le sugeríamos al Gobierno inicialmente partir de algo contundente y claro que era aumentar la pensión rápido a través de la PGU, pero bueno, tampoco son muy buenos para escuchar”, consignó.

Parlamentarios oficialistas

Desde el oficialismo hay quienes se mantienen optimistas. Así lo expresó el diputado y miembro de la comisión de Trabajo, Héctor Ulloa (independiente-PPD). “Yo no la doy por muerta para nada, encuentro que sigue siendo necesaria, y que hay que seguir entregando y luchando para encontrar una fórmula que nos permita ceder y ganar al mismo tiempo a todos, ahí radica el objetivo”, consignó.

Según Ulloa, el Gobierno “ha cedido bastante, la derecha sigue, a lo menos públicamente, con una posición irreductible a que todo se vaya a cuentas individuales”. Y su optimismo se sustenta en que “la derecha, de todas formas, entiende que la Seguridad Social en Chile no puede estar amarrada o basada única y exclusivamente en el ahorro individual”.

Mientras que Juan Santana (PS), presidente de la Comisión de Trabajo, culpa a la oposición del nulo avance en el trámite.

“El realismo debe estar puesto en otra cosa: no se puede llegar a un acuerdo con quién no quiere llegar a un acuerdo. Lamentablemente, pese a todos los esfuerzos y todos los plazos que les ha entregado la ministra Jara, la oposición no ha mostrado voluntad ni gestos que den a entender que se puede lograr con ellos un entendimiento en materia previsional”, agregó.

De todas formas, admitió que el reloj corre ante el plebiscito. “Es cierto que los tiempos apremian. Inevitablemente, en elecciones las posiciones se distancian, aumenta la crispación política y avanzar en un acuerdo se hace más difícil. Por eso, creo que el ingreso de las indicaciones no se puede seguir demorando”, subrayó.

Con todo, remarcó que espera que el Ejecutivo “avance en la tramitación de la reforma de aquí a dos semanas. Retrasar el debate previsional más allá de ese plazo puede ser un error que nos deje sin reforma”.

El diputado Andrés Giordano (IND-FA), también miembro de esa comisión, manifestó que “si republicanos cree que la reforma está muerta, lo que está manifestando realmente es un desprecio impresentable por los actuales jubilados”.

Lo que parece estar realmente muerto es el plebiscito de salida, precisamente debido a la actitud de republicanos que hoy está dándose gustitos ideológicos y pretendiendo constitucionalizar su agenda de retrocesos. Ese proceso no puede ser excusa para no avanzar en urgencias ciudadanas como un nuevo sistema de pensiones”, agregó.

En cuanto a tramitación legislativa del proyecto, desde la Comisión del Trabajo aseguraron que están terminando de votar las mociones parlamentarias y que aún “no está claro” cuándo el Gobierno ingresará sus indicaciones.

Fuente: Emol.com

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