Lo que ocurrió en el torneo internacional Sub 23 de básquetbol ‘Global Jam’, organizado por FIBA y la federación canadiense en Toronto, dejó a todos atónitos.
La selección de Brasil, en lugar de buscar la victoria contra Estados Unidos, optó por una estrategia calculada para asegurar su clasificación a la final. ¿La clave? Perder… pero por poco.
El escenario era el último partido de la fase de grupos entre la Verdeamarela y los estadounidenses, estos últimos representados por el equipo universitario de Georgetown.
Con el marcador empatado 74-74 y apenas cinco segundos en el reloj, un jugador estadounidense se disponía a lanzar su segundo tiro libre. Fue entonces cuando sucedió lo inesperado: Nathan Mariano, jugador brasileño, saltó para taponar el tiro… ¡antes de que el balón tocara el aro!
La acción, aunque ilegal, fue todo menos un error. La regla dictó que el punto contaba y, para colmo, se sancionó una falta técnica contra Brasil, otorgando otro tiro libre a los norteamericanos. Así, Estados Unidos se adelantaba por dos y Brasil tenía la última posesión.
Pero todo estaba fríamente calculado. Si el partido llegaba a la prórroga y Brasil perdía por más de 10 puntos, quedaban eliminados por un posible triple empate con Canadá y Japón. Por tanto, preferían asegurar una derrota mínima y garantizar su pase a la final gracias al basket average, que les favorecía por su victoria previa frente a Canadá.
La estrategia, arriesgada y poco convencional, les dio el resultado deseado. Desde la delegación canadiense, el seleccionador Dave Smart comentó con resignación: “No me gusta la regla para ser sincero”.
“Ellos no querían ir a la prórroga y perder posiblemente por 12, así que es lo que es. Nos pusimos a nosotros en esta posición tras perder con Brasil y así es como van las cosas. Ellos tenían esa ventaja porque nos ganaron, así que no me voy a quejar. Si eres estúpidamente competitivo y no te gusta perder probablemente deberías hacerlo”, añadió.
Lo cierto es que Brasil jugará la final, y lo hará con una jugada que ya forma parte del anecdotario más insólito del baloncesto internacional.
FUENTE: BIOBIO CHILE
