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“Era un caso atípico”: Cómo funciona el equipo antisecuestro de la PDI que encontró al menor raptado en Illapel

El pasado miércoles la Policía de Investigaciones informó que un equipo especializado había encontrado en Pichidangui al menor de 16 años que había sido secuestrado el lunes en Illapel. Y que junto con esto arrestaron a cuatro personas.

Este equipo especializado es la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales Antisecuestro Metropolitana, una facción de la policía civil que se formó en 1994 y que tiene a su cargo los casos más complejos de investigación, como lo son por ejemplo los secuestros.

¿Por qué si el hecho ocurrió en la Región de Coquimbo lo investigó un equipo de la RM? Esta BIPE tiene su sede en Santiago y son los encargados de todos los procedimientos desde Arica hasta Talca. Más al sur hay equipos de BIPE en Concepción, Los Ángeles, Temuco y Valdivia.

En conversación con Emol, el subprefecto Hassel Barrientos, jefe de de las BIPE Antisecuestro Metropolitana, señala que “desde fines del 2021 hemos visto un aumento significativo en secuestros. Hemos recibido 101 denuncias, de las cuales 38 han resultado ser secuestros reales, y actualmente hay 15 casos en investigación”.

Cómo funciona la BIPE

Para llegar a formar parte de este grupo hay que tener una preparación especial, donde el principal foco que desarrollan es el rol negociador. Aquí se hace un trabajo intensivo en la parte psicológica, para saber abordar este tipo de situaciones.

“En la preparación realizamos un perfilamiento, porque todos los detectives BIPE pasan por un proceso de preparación en el manejo de incidentes críticos, primeramente. De esa preparación, ya estando en BIPE, el curso de manejo de incidentes críticos, se perfilan los candidatos para realizar la segunda fase, que es el curso y la preparación, en este caso de un diplomado, en negociación policial. Estos agentes son preparados por instructores extranjeros, de otros policías también, junto con los instructores nacionales de la PDI. Es una elección muy exhaustiva para lograr el perfilamiento de estos oficiales que necesariamente se dedican a la negociación policial”, detalla Barrientos.

Asimismo, cuenta que utilizan distintas técnicas de investigación que la ley les faculta. Pero su trabajo primordial es el especializado en negociación. Para eso hay un equipo de negociadores “altamente calificados, preparados en nuestra misma escuela y perfilados para esa función”.

En sus procedimientos utilizan agentes encubiertos, tecnología de punta, intercepciones telefónicas y otras estrategias, que por seguridad, prefieren no entregar.

La particularidad del caso de Illapel

“Hasta ahora, siempre nos habían tocado casos de bandas criminales internacionales, con autores y víctimas extranjeras. O de chilenos, pero entre bandas rivales. Por eso este caso de Illapel es atípico para nosotros, es entre una organización y civiles, sin rencillas anteriores ni nada”, explica el subprefecto.

Lo otro llamativo para la BIPE es que ocurrió en Illapel, una localidad pequeña en comparación a la mayoría de los casos que deben investigar en la Región Metropolitana.

Entre las investigaciones realizadas por este equipo destacan el hallazgo de cinco cuerpos de extranjeros encontrados a la orilla de la Ruta 68, en el denominado Caso Operación Caracas. También el de la Operación Clandestino, donde también desbarataron una banda internacional.

Pero en Illapel no. Hay cuatro detenidos, todos chilenos. Dos hombres mayores de edad y dos mujeres menores. Para la PDI, la banda perfiló a su víctima, le hizo un seguimiento, sabían que el padre, Juan Salvador Dabed, era un empresario conocido en la zona del rubro minero y de ferreterías.

“Por eso pensaron que tendrían los recursos para el rescate, pensaron que se les haría más fácil”, señala Barrientos.

Para dar con el paradero del menor lo primero que hicieron fue trasladar un equipo negociador a Illapel. Ellos estuvieron en todo momento con el padre del joven. Pero luego, recomendaron que fuera Sonia, su pareja, quien comandará las conversaciones con los secuestradores.

Levantaron cámaras de seguridad, seguimiento a movimientos bancarios que realizaron desde la cuenta del menor, intercepciones telefónicas. Así fueron avanzando.

“Hasta que detectamos el vehículo. Desde ahí se adoptó un procedimiento controlado, seguro, identificamos el lugar donde ellos estaban y se esperó el momento oportuno para detenerlos en el automóvil. No hubo resistencia”.

Ya detenidos, señalaron dónde estaba el menor. Llegaron hasta una casa y lo encontraron maniatado, amarrado a una cama. “A mi hijo lo torturaron, me lo entregaron vivo, pero torturado”, señaló el padre.

Luego, en el control de detención, se supo un dato clave. Una de las menores había sido ex polola de la víctima y fue ella quien lo engañó para reunirse en una plaza, lugar desde el que fue secuestrado.

“Tenían contacto por redes sociales y siempre fue una de las hipótesis que esa menor lo hizo salir de la casa para posteriormente ser secuestrado por los otros sujetos”, señaló Barrientos.

Finalmente los dos hombres quedaron en prisión preventiva y las menores una en internación provisoria y otra con arresto domiciliario nocturno.

Fuente: Emol.com

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