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Energía solar: el centro de innovación que prueba nuevas tecnologías en el desierto de Atacama

Emplazado en la planta de energía solar más grande de Latinoamérica, el laboratorio El Romero Solar lleva más de un año probando los nuevos avances en materias fotovoltaicas. ¿El objetivo? Incrementar la eficiencia y el rendimiento de las instalaciones solares del futuro.

A más de 660 kilómetros de Santiago y en pleno desierto de Atacama, se emplaza en la comuna de Vallenar la planta fotovoltaica El Romero Solar. Con una superficie de captación solar de más de 1,5 millones de metros cuadrados, equivalente a 211 canchas de fútbol profesionales, es reconocida por ser la más grande de su tipo en Latinoamérica, y una de las 10 más importantes del mundo.

Construida por la multinacional española Acciona, empresa dedicada al desarrollo de infraestructuras y energías 100% renovables, desde su instalación en 2017 la planta es capaz de generar unos 493 Gigawatts (GWh) de energía limpia, evitando la emisión a la atmósfera de unas 474 mil toneladas de CO2 en centrales de carbón.

Instalada en el desierto más árido del mundo, que se traduce en altos índices de radiación, El Romero Solar reúne una serie de condiciones excepcionales, que la transforman en un sitio privilegiado para probar las nuevas tecnologías que han aparecido en el mercado. Y así lo hace desde hace más de un año.

Desde octubre de 2019, la planta cobija al primer Hub de Innovación del brazo energético de la compañía en la región. Un laboratorio de pruebas donde se estudian paneles fotovoltaicos fabricados principalmente en Estados Unidos y en China, países que dominan este mercado.

Enrique Iriarte, gerente de Proyectos de Innovación de Energía de Acciona, dice que la energía fotovoltaica ha demostrado ser una tecnología competitiva frente a sus pares convencionales, por lo que “debemos seguir tratando que esta tecnología sea aún más eficiente”.

A su juicio, “es importante seguir innovando, seguir investigando, desde el punto de vista de ser más competitivo en eficiencia y costos, para que el impacto de las energías renovables llegue a más personas”.

Trabajo en equipo

A la hora del desarrollo de energías renovables, es importante la colaboración entre la academia y las empresas. Iriarte resalta la investigación que se realiza actualmente en conjunto al centro de Innovación de la Universidad Católica, para testear paneles.

Rodrigo Escobar, profesor de Ingeniería Mecánica UC y especialista en energía solar, suscribe la idea. Y dice: “Tener acceso a un hub de innovación te facilita mucho lo que es la actividad de investigación aplicada. Así se pueden tomar decisiones tempranas de inversión acerca de la selección de los equipos”.

Para Escobar, la aparición del Hub llega en un minuto en que se está alcanzando el límite termodinámico de conversión de las tecnologías tradicionales, es decir que los próximos paneles solares no podrán extraer y convertir toda la radiación del sol en electricidad, ya que hay fronteras cuánticas a la hora de convertir un fotón a electrón. “Cuando se llega a un límite, es momento de investigar”, resume.

El ingeniero, quien ha liderado las investigaciones de la universidad en la planta, relata que se han probado objetos particulares, como son los modelos fotovoltaicos bifaciales, que generan energía a partir de la radiación que el sol refleja en la arena del desierto. “Esa tecnología se está probando y ya han llegado algunos resultados. Acciona lo está tomando en cuenta para utilizarlos en los próximos diseños”.

En el Hub también se han probado dos versiones distintas de seguidores solares, dispositivos que orientan los paneles para aprovechar la mayor cantidad de rayos solares, siendo uno de ellos diseñado con tecnología bifacial. A partir de su instalación en condiciones reales, los módulos permiten recoger datos que pueden ser fundamentales para la instalación de plantas fotovoltaicas en otros proyectos energéticos.

A su vez, en el laboratorio se han probado otras tecnologías fotovoltaicas complementarias, como modelos predictivos para la suciedad de los paneles. Cuanto más limpios están los paneles solares, más producen, por lo que Acciona también ha buscado robotizar la limpieza de estos, junto con realizar termografías aéreas con drones para detectar defectos y analizar los datos.

Pese a los eventos que han marcado este 2020, la crisis del coronavirus no ha frenado los avances del Hub de Innovación, debido a que la tecnología permite al personal de España revisar a  distancia el trabajo en terreno. “Ha sido un reto. Por suerte, al ser una empresa global, la estructura en Chile facilita el trabajo a distancia, permitiendo que la información solucione los problemas”, cuenta Iriarte.

El trabajo del Hub de El Romero no cesa. Acciona ya está planificando una nueva fase del laboratorio, que según Iriarte estará instalada en febrero de 2021, donde probarán la más reciente tecnología fotovoltaica. Un paso más para la meta de un planeta con emisiones al mínimo de aquí al 2050.

FUENTE TERCERA

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