El número de muertos durante una incursión policial contra el narcotráfico en una favela de Rio de Janeiro el martes subió a 25, mientras sus responsables fueron felicitados por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por haber “neutralizado” a los sospechosos.
La Secretaría de Salud de la alcaldía de Rio de Janeiro confirmó en la tarde del miércoles la muerte de un menor de edad en un dispensario municipal, sin dar más detalles, como consecuencia de la operación en la Vila Cruzeiro, un barrio pobre en la zona norte de esta ciudad del sureste brasileño.
Bolsonaro, que había felicitado a los “guerreros” de la Policía que “neutralizaron a al menos 20 delincuentes ligados al narcotráfico” la noche del martes, volvió a defender la criticada operación.
“La izquierda no quiere que usted se dé cuenta de la realidad del narcotráfico en Brasil. Demonizan a los policías y tratan a los delincuentes como si fueran víctimas y no crueles bandidos fuertemente armados que desprecian las leyes, oprimen, extorsionan, amenazan y matan a cualquiera sin el menor temor”, escribió en Twitter.
El martes, el mandatario lamentó la “víctima inocente”, Gabrielle Ferreira da Cunha, una vecina de la favela, de 41 años, muerta por una bala perdida en su casa.
Ferreira de Cunha fue enterrada este miércoles, en presencia de un puñado de allegados. A gritos de “¡Mi hija!”, su madre lloraba desconsolada, con la mano en la frente del cuerpo en el ataúd, constató la agencia AFP.
Fuerzas del orden entraron el martes en la favela para capturar a líderes del añejo grupo criminal “Comando Vermelho” (Comando Rojo) escondidos en el barrio, según la Policía Militar de Rio (PMRJ).
La incursión policial, que se extendió por 12 horas, generó fuertes tiroteos y provocó el cierre de escuelas y otros servicios públicos en el área.
Con al menos 25 fallecidos, entre ellos 23 supuestos sospechosos, la operación se convirtió en la segunda más letal de la historia de Rio, un año después de otra que dejó 28 muertos en la favela de Jacarezinho (zona norte).
Según las autoridades sanitarias, dos personas heridas durante el operativo fallecieron la noche del martes al miércoles en el hospital. Cuatro pacientes permanecen hospitalizados, uno de ellos en estado grave.
La Policía informó que se incautó en el área de más de una tonelada de estupefacientes, compuesta por paquetes de cocaína, marihuana, crack y otras drogas.
Además requisaron 13 fusiles automáticos, 20 granadas, 5 pistolas y municiones. Ningún sospechoso fue capturado.
Bolsonaro, que había destacado “el grado de violencia de los criminales”, se quejó en redes sociales de “aquellos que, en la comodidad de sus casas, insisten en invertir los valores y criticar a las fuerzas de seguridad por todo el mal que ocurre”.
Mucha preocupación
El Ministerio Público Federal (MPF, fiscalía) anunció el martes la apertura de una investigación sobre la “conducta” y “eventuales violaciones” por parte de agentes policiales que participaron en la operación.
Edson Fachin, juez del Supremo Tribunal Federal (STF), mostró el miércoles “mucha preocupación” por “el número tan alto de muertos” dejados por la operación.
En febrero pasado, la máxima corte brasileña dio un plazo de tres meses al estado de Río para presentar un plan destinado a reducir la letalidad policial. Esa estrategia se presentó a fines de marzo, pero las organizaciones de derechos humanos lo consideraron demasiado vago.
Asociaciones de vecinos y ONGs han denunciado a menudo supuestas ejecuciones extrajudiciales durante este tipo de operaciones, que quedan casi siempre impunes.
En 2021 murieron 1.356 personas a manos de las fuerzas policiales en el estado de Rio -las que más matan y mueren en enfrentamientos dentro de Brasil-, de acuerdo con el proyecto Monitor da Violencia.
Fuente: Emol.com