Actualmente, cerca del 14% de la población chilena presenta diabetes mellitus, lo que constituye un importante problema de salud pública y un desafío para la atención odontológica, especialmente en pacientes con valores elevados de glicemia. Por ello, la planificación detallada de los procedimientos dentales y la comprensión de cómo éstos pueden afectar la salud sistémica del paciente diabético resultan fundamentales. El odontólogo debe conocer la etiopatogenia de la relación entre las enfermedades bucales y la diabetes, entendiendo que un paciente descompensado puede presentar alteraciones en la respuesta tisular (aquella en que las células se activan para frenar la infección), complicando la evolución de los tratamientos y aumentando el riesgo sistémico.
En la planificación del tratamiento dental, el profesional debe identificar el tipo de diabetes que presenta el paciente, los medicamentos utilizados y evaluar, además, si existen modificaciones terapéuticas que requieran ajustar el plan odontológico. Asimismo, es esencial conocer el historial de control glicémico, la existencia de episodios previos de hipoglicemia o hiperglicemia, y reconocer sus signos y síntomas para actuar oportunamente ante una urgencia. Antes de iniciar cualquier procedimiento, se debe verificar el nivel de glucosa en sangre, ya que el valor obtenido determinará la viabilidad o contraindicación temporal de la atención.

Se recomienda que las sesiones odontológicas se realicen, en lo posible, durante la mañana, momento en que los niveles de glicemia suelen estar mejor controlados, y que sean de corta duración. Es preferible utilizar anestesia sin vasoconstrictor (sin adrenalina), con el fin de evitar incrementos indeseados en la glicemia. Tras el procedimiento, el paciente debe seguir rigurosamente las indicaciones postoperatorias, mantener su dieta y medicación habitual, y reforzar una higiene oral estricta mediante el uso de cepillo, seda dental y colutorios según indicación profesional. Las citas de control permiten al odontólogo verificar una evolución favorable, sin signos de infección ni dolor.
Idealmente, la atención odontológica debe realizarse cuando el paciente se encuentra compensado, es decir, con glicemias ≤130 mg/dl en ayunas y <180 mg/dl posprandial. En situaciones de urgencia odontológica con glicemias superiores a 200 mg/dl, podrán efectuarse procedimientos como exodoncias, drenajes de abscesos periodontales o trepanaciones, los cuales deben considerarse de alta complejidad y requerirán la prescripción de antibioterapia profiláctica, con el objetivo de prevenir infecciones y evitar un aumento adicional de la glicemia.
Una vez resuelta la urgencia, se recomienda mantener al paciente en observación durante al menos 20 minutos, realizando un nuevo control de glicemia capilar (hemoglucotest). Dependiendo del resultado, se determinará su alta con indicaciones precisas o la prolongación del monitoreo clínico dentro de la consulta.
Por Maritza Galaz Domínguez, Docente Periodoncia Odontología Universidad Andrés Bello




