La Corte Suprema de Tennessee, Estados Unidos, fijó las fechas de ejecución para cuatro personas condenadas a la pena capital, incluyendo a Christa Gail Pike, la única mujer que se encuentra en el “corredor de la muerte” en ese estado. Su historia se remonta a 1995, cuando tenía 18 años y asesinó con ayuda de su novio a Colleen Slemmer, una compañera de estudio, en medio de un caso que involucró prácticas de ocultismo y problemas de salud mental.
Pike y Slemmer eran estudiantes del programa Job Corps en Knoxville, de educación y capacitación profesional para jóvenes con dificultades y bajos ingresos. Según la investigación, fue apuñalada y golpeada por Pike y su pareja, Tadaryl Shipp, de quien se dice que estaba interesado en el satanismo, luego de haberla engañado para reunirse en un lugar alejado del campus, junto a otra de sus amigas.
Además, le grabaron un pentagrama en el pecho y le dieron un golpe mortal en la cabeza con un cascote. Pike se llevó un fragmento de su cráneo como “recuerdo”, que posteriormente le mostró a otros alumnos. Días después del crimen fueron detenidos, y finalmente fue condenada a muerte por asesinato y conspiración en marzo de 1996, en una deliberación que solo le tomó algunas horas al tribunal.Christa Pike en su juventud
Shipp, oriundo de Memphis, fue condenado a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional en 2028, mientras que Shadolla Peterson, la joven que tuvo un menor grado de participación en el homicidio de Colleen, recibió una condena a libertad condicional por haber estado menos implicada en el crimen y colaborar como informante.
Historia de abusos y problemas de salud mental
Sin embargo, el origen complejo de la mujer acusada, la poca estabilidad que tuvo en su infancia, marcada por el abuso y la negligencia de sus padres, además de diagnósticos de bipolaridad y estrés postraumático posteriores a su condena, desataron el debate sobre el caso.
“Con el tiempo y el tratamiento, Christa se ha convertido en una mujer reflexiva, con profundo arrepentimiento por su crimen”, afirmaron sus abogados en un comunicado difundido este miércoles. Los defensores, Kelly Gleason, Randy Spivey, Stephen Ferrell y Molly Kincaid, solicitaron conmutar su sentencia argumentando su juventud y “una severa enfermedad mental al momento del crimen”
En 2023, Pike envió una carta al medio local The Tennessean, donde asumió la culpa por el asesinato de Slemmer y aseguró haber cambiado “completamente” desde entonces. “Piensa en el peor error que cometiste como adolescente imprudente. El mío fue enorme, inolvidable y arruinó innumerables vidas. Era una joven de 18 años con problemas mentales”, escribió.
“Me tomó años darme cuenta de la gravedad de lo que hice y aún más aceptar cuántas vidas afecté. Tomé la vida de alguien: una hija, hermana, amiga. Me enferma pensar que alguien tan compasivo como yo pudo cometer un crimen así”, agregó en el texto publicado dos años después de que se conociera la fecha de su ejecución, fijada para el 30 de septiembre de 2026.
El brutal asesinato de Colleen Slemmer
Los celos y la obsesión de Christa Pike con su novio fueron los móviles del brutal homicidio.
Para los investigadores, ella creía que su compañera de computación intentaba seducir a Shipp y por eso empezó a hostigarla. Con la supuesta intención de hacer las paces, la adolescente de 18 años invitó a Colleen a una zona de bosques, alejadas del campus universitario y la invitó a fumar marihuana.
Para su plan, contó con la colaboración de su novio y de Peterson, que los acompañó hasta ese lugar y hacía de “campana”, es decir, vigilaba el camino. Una vez allí, Pike y Shipp se burlaron de la víctima y luego la golpearon y provocaron cortes con un arma blanca. Dentro de los primeros treinta minutos del ataque, le hizo tajos en la garganta con un cúter y le talló el dibujo de un pentagrama musical en el pecho.
La herida letal fue un traumatismo en la cabeza con una piedra. Partes oficiales indican que esto le provocó una fractura, y luego la asesina conservó un pedazo del cráneo y se lo exhibió a otros compañeros. El libro de salidas de la casa de estudio registró que los cuatro habían salido y solo tres habían regresado. Treinta y seis horas después del hallazgo del cadáver, Pike, Shipp y Peterson fueron detenidos.
Los investigadores encontraron el trozo de cráneo en el bolsillo de la campera de la principal sospechosa y, al requisar la habitación de su novio, encontraron una copia de la “Biblia satánica” (una colección de ensayos y rituales publicados por Anton LaVey). Inicialmente, Pike reconoció la autoría de las torturas y el asesinato, pero declaró que habían querido “asustarla” y todo se salió de control.
El crimen conmocionó a toda la sociedad estadounidense. El 22 de marzo de 1996 inició el juicio y ocho días después se conoció la sentencia: Pike fue condenada a muerte por el asesinato. En 2004, recibió otra sentencia a 25 años de prisión por intentar estrangular a otra reclusa durante una pelea dentro de la cárcel. Pasó muchos años en aislamiento, en 2012 quiso fugarse, y sus abogados lograron tiempo después que pudieran interactuar con otras presas en espacios comunes.
Las otras cuatro ejecuciones que fijó la Corte de Tennessee
Además del caso de Christa Pike, la Corte Suprema de Tennessee también programó las ejecuciones de Tony Carruthers, Gary Wayne Sutton y Anthony Hines. De llevarse a cabo, Pike sería la primera mujer en ser ejecutada en ese estado en 200 años, y la número 19 en la historia moderna del país, desde que se reimplantó la pena de muerte en 1976.
Carruthers fue sentenciado en 1996 por robo y asesinato de Marcellos Anderson, Frederick Tucker y Delois Anderson, madre del primero. Según las autoridades, Marcellos se dedicaba al tráfico de drogas y Carruthers buscaba apoderarse de su negocio. Durante el juicio, se defendió a sí mismo tras quejarse de sus abogados y amenazarlos.
Hines, por su parte, fue condenado por matar de una puñalada a Katherine Jean Jenkins, una mujer que trabajaba como mucama en un alojamiento temporal de Kingston Springs, en 1985. Sutton en tanto, reclama su inocencia desde hace años por el crimen Tommy Griffin, de 24 años, y de su hermana Connie Branam, cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de un auto incinerado.
Sus defensores emitieron un comunicado indicando que “la evidencia científica que lo relaciona con el caso proviene del desacreditado médico forense estatal Charles Harlan, cuya licencia fue revocada posteriormente”. Además, afirmaron que Griffin era amigo de Sutton y que supuestamente “no existió un motivo claro para el crimen ni pruebas directas”.
Fuente: BioBioChile