Con capacidad para 800 criminales, la nueva cárcel pretende combatir el crimen organizado, estando ubicada en una zona completamente aislada del país.
La cárcel de máxima seguridad que el gobierno de Ecuador construye en la costa del país, comparado con el modelo carcelario que implementó en El Salvador de la mano del presidente Nayib Bukele, tiene un avance del 35%, según aseguró este miércoles Mauricio Mayorga, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia del Estado que administra las prisiones.
El avance de la construcción, bautizada como El Encuentro, parece lejos de la meta establecida por el gobierno ecuatoriano, pues a mediados de junio el ministro del Interior, John Reimberg, le dijo a EFE que confiaba en que aproximadamente en dos meses pudiera estar lista la primera de las dos prisiones de máxima seguridad que hace un año decidió construir la adminsitración de Daniel Noboa.
“Estamos convencidos de que esta estrategia (de construcción de nuevas cárceles) permitirá desescalar los niveles de inseguridad, de violencia y de muertes violentas, logrando una clasificación profesional de las personas privadas de la libertad, y vamos en ese camino”, señaló Mayorga durante la rendición de cuentas de la institución del año 2024.
“(Son) decisiones muy fuertes, muy firmes, pero con el profesionalismo y sobre todo con el apoyo de las fuerzas del Estado, como Fuerzas Armadas, policía y demás instituciones, vamos a conseguir este gran objetivo, que es la clasificación a través de la construcción del centro de privación de libertad que se encuentra en un 35% de avance en Santa Elena”, añadió.
Esta prisión, bautizada por Noboa como la ‘Cárcel El Encuentro’ en coincidencia con el nombre de la trama de corrupción que catapultó la precipitada salida del poder de su predecesor, Guillermo Lasso (2021-2023), comenzó a construirse en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares, a cargo del grupo español Puentes, controlado por la empresa estatal China Road and Bridge Corporation.
La construcción, que tendrá capacidad para entre 700 y 800 presos, se realiza en un paraje inhóspito de la provincia costera Santa Elena con el objetivo de que su población penitenciaria esté lo más aislada posible.
En estas instalaciones, según ha señalado Reimberg, se albergará a los delincuentes más peligrosos del país.
Hacinamiento crece en las cárceles
Durante la rendición de cuentas, Mayorga también señaló que el 2024, primer año en el que Ecuador estuvo bajo un “conflicto armado interno” declarado por Noboa para combatir a las bandas del crimen organizado a las que pasó a denominar como “terroristas”, cerró con un total de 33.463 presos distribuidos en las 35 prisiones que tiene el país.
El 62,86% de las personas presas tienen sentencia y un 35,1% están procesadas por algún delito, según precisó el director del SNAI.
Este número de presos provocó un aumento del hacinamiento en las cárceles, que alcanzó el 21,05% a finales de año, en comparación al 11,64% que se registró a inicios de 2024, de acuerdo a cifras de la institución.
Mayorga también señaló que en 2024 se repatrió a 27 personas extranjeras por razones humanitarias, 4.614 presos accedieron a beneficios penitenciarios como prelibertad, libertad controlada y regímenes semiabiertos y que el presidente Noboa concedió 27 indultos.
Además, indicó que se durante el año se realizaron 393 operativos y 68 requisas en el interior de los centros, en los que se decomisó una variedad de objetos prohibidos y droga.
Las cárceles son parte de la crisis de violencia que conllevó al país a situarse a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios, lo que llevó a Noboa a ordenar su militarización desde inicios de 2024.
Hasta ese momento las bandas criminales controlaban las principales cárceles del país, donde desde 2021 han sido asesinados más de 500 reclusos, la mayoría de ellos en una serie de masacres por disputas y enfrentamientos entre distintas estructuras criminales.
FUENTE 24 HORAS