Con apenas 25 años, Edwars Contreras Trigo demostró que la disciplina, el sacrificio y la visión clara pueden convertir un sueño en una realidad tangible. Este joven copiapino debutó como fisicoculturista en el prestigioso campeonato organizado por la NPC en Santiago —una de las competencias más relevantes del circuito nacional— y lo hizo con una hazaña digna de un veterano: logró el primer lugar en todas las categorías en las que participó, incluida la codiciada clasificación Overall, que lo consagró como el mejor competidor en su categoría.
El camino hacia ese logro no fue improvisado. Edwars lleva dos años de entrenamiento constante, enfrentando desafíos personales, restricciones económicas y largas horas en el gimnasio. Todo esto, sin apoyo de auspiciadores ni de instituciones deportivas, confiando solamente en su equipo cercano, su preparador y el respaldo incondicional de su pareja y sus familias.
Su participación en Santiago incluyó las categorías True Novice (para debutantes absolutos), Novice (para quienes han competido pero no han ganado) y Open Clase A (categoría por estatura para competidores hasta 1,68 m). En todas se llevó el primer lugar, y posteriormente se midió contra los ganadores de cada subcategoría en la definición Overall, donde también se impuso. Su triunfo cobra aún más valor al considerar que esta fue su primera experiencia en un escenario competitivo de alto nivel.
Sin embargo, llegar a ese punto exigió un proceso físico y mental agotador. La preparación para competir en fisicoculturismo va mucho más allá del entrenamiento: implica un control estricto sobre la alimentación, largas jornadas de sesiones específicas y una capacidad de enfoque que solo unos pocos logran sostener.
Con lo anterior, el copiapino buscará conseguir su tarjeta Pro Card, el título que lo acreditaría oficialmente como atleta profesional y le abriría las puertas a competencias internacionales.
Su recorrido también revela las carencias estructurales que enfrenta el fisicoculturismo en regiones como Atacama. A diferencia de Santiago, donde hay mayor visibilidad y apoyo económico, en Copiapó este deporte se encuentra en pleno desarrollo. Por eso, Edwars extiende una invitación abierta a empresas y entidades para que apuesten por el potencial de los atletas de su región.
Detrás del físico trabajado al detalle y de cada trofeo, hay una historia de perseverancia tejida en silencio. Edwars no solo entrena para competir, lo hace para representar a Atacama, para abrir camino a otros y para demostrar que, incluso sin los reflectores típicos del deporte, es posible brillar con luz propia.
Con la mirada ya puesta en noviembre y los ojos puestos más allá de las fronteras chilenas, su historia recién comienza. Y lo que parece una simple anécdota deportiva se transforma en un mensaje potente de lo que se puede alcanzar cuando el cuerpo y la mente reman en la misma dirección.
