Este fin de semana se tendrá que poner en práctica la normativa que emanó desde la autoridad sanitaria este lunes y que indica la suspensión de permisos de desplazamiento durante el fin de semana del 27 y 28 de marzo, con el fin de reducir la movilidad en el contexto de los aumentos de casos de COVID-19.
Si bien, los comerciantes agrícolas de la capital, como Lo Valledor o la Vega Central, indicaron que ellos cuentan con un sistema de reparto a domicilio, y no tendrán inconvenientes, la situación es distinta en otros puntos del país, principalmente para los feriantes de comunas más pequeñas.
En conversación con Nostálgica, Luis Palma, dirigente de la feria libre de Diego de Almagro sostuvo que en su comuna no se puede hacer efectivo el delivery, ya que el tiempo para implementarlo es mínimo, “haciendo impracticable la iniciativa”.
Los feriantes dieguinos se instalan cada sábado desde las 7 de la mañana en toda la extensión de calle Colipí. Una calle ancha que permite el buen flujo de gente sin atochamientos. De los 150 locatarios que funcionan en condiciones normales, durante la pandemia no han sido más de 60 los que han podido aguantar la exigencia de trabajar con restricciones a la movilidad y ver cómo caen sus ventas, motivando que muchos de ellos hayan reconvertido sus giros para no sucumbir como muchos otros pequeños comerciantes del país y la región de Atacama, afectándolos -incluso- psicológicamente. Así lo explica el dirigente de los feriantes de la comuna de Diego de Almagro.
Viendo los locatarios que el sistema de delivery es imposible implementarlo en pocos días en la feria de Diego de Almagro, decidieron con el municipio local adelantar en un día la instalación de los puestos de calle Colipí, con el fin de que esta restricción no afecte más de lo que están pasando los comerciantes, llevando la feria del sábado al viernes, tal como lo indica Luis Palma
El dirigente de los feriantes de Diego de Almagro sostiene que ellos han sido constantes mensajeros de las medidas de autocuidado para evitar contagios al interior de la feria. Han entregado volantes a los visitantes y los propios locatarios, instalan cada semana un túnel sanitizador y mantienen distancia entre local y local, entre otras iniciativas, lo que se ha visto reflejado en que en este año de pandemia en la feria no se ha registrado ningún brote de contagios en los locatarios.
