Cerrar

Detrás de la pantalla: qué hacen las apps de juego con tus datos personales

Cierras la aplicación después de jugar tu última ronda en la tragamonedas y piensas que todo termina ahí. Pero hay una partida que sigue en segundo plano en tu smartphone, y es la que juegan con tus datos personales. Mientras tú te concentras en las cartas o en los rodillos de la tragaperras, la aplicación está recogiendo y usando la información que generas con cada clic. 

Lo que tal vez no sospechas es que la industria del juego en línea se alimenta de dos cosas. La primera es el dinero que depositas, y la segunda, no tan obvia, son los datos que generas al jugar. Pero, ¿qué hacen las apps de juego con tus datos? La respuesta no es tan simple; está detrás del equilibrio entre protección necesaria, vigilancia constante y riesgos comerciales.

Seguridad y cumplimiento legal

La mayoría de plataformas reguladas, como las que puedes encontrar en AskGamblers (portal de juego online seguro), tienen buenas razones para pedirte datos. En primera, la ley les exige verificar tu identidad a través del proceso KYC (Conoce a tu Cliente). Subir tu documento y un selfie es la manera de evitar que menores jueguen o que alguien use tu identidad para actividades ilícitas. Sin duda es importante, y no solo burocracia o mero papeleo.

En segunda, tus datos sirven para proteger tus transacciones, y se manejan con cifrado avanzado que convierte tu información financiera en código indescifrable durante las transferencias. Además, sistemas anti-fraude revisan patrones de comportamiento para detectar cosas sospechosas como alguien que busque aprovecharse de los bonos de bienvenida, creando múltiples cuentas.

En ambos casos, tus datos se usan para protegerte a ti y al sistema de juego en general. 

Tus datos como estrategia de marketing  

Si bien, que los operadores pidan tus datos tiene una razón de ser que comienza en lo legal y se extiende hasta la seguridad de tu identidad, hay otros aspectos menos visibles que deben tomarse en cuenta, y que es justo donde la privacidad comienza a ceder terreno. 

Para ofrecer esa seguridad de la que hablábamos, las aplicaciones necesitan monitorizar tu actividad de formas que van más allá de lo evidente. La técnica más cuestionable es el “device fingerprinting” o huella digital del dispositivo. Cada vez que abres la app, esta recoge decenas de datos técnicos de tu teléfono o computadora, tales como el modelo, sistema operativo, configuración, dirección IP. Con esta combinación única, crea un identificador que te persigue tanto como tu nombre.

¿Por qué genera tanta controversia? Pasa que este rastreo tiene un doble propósito. Sí, sirve para seguridad, es decir, si tu “huella” habitual cambia repentinamente a la de otro país, el sistema enciende las alertas. Pero también construye un perfil detallado de tus hábitos con información sobre cuándo juegas o qué juegos prefieres, por ejemplo. 

Luego, esta información valiosa se utiliza para personalizar ofertas y bonos, a menudo diseñados para atraerte cuando eres más vulnerable, y para analizar tus tendencias de consumo que guían las decisiones comerciales de la empresa.

Posibles riesgos para ti

Además de lo que las apps dicen que hacen con tus datos, hay zonas grises. ¿Por qué una aplicación de ruleta necesita acceso a tus contactos o a tu micrófono? Parece excesivo y suena a que tienen como verdadero fin recoger tus datos para guiar las campañas publicitarias.

Mientras las políticas de privacidad suelen prohibir la venta de datos “personalmente identificables”, la venta de datos agregados y anonimizados para marketing es una cosa bastante común. Entonces, tu perfil como “jugador que apuesta los domingos por la noche” se vuelve valioso para fines comerciales.

Y la cosa se pone peor con las apps que descargas fuera de las tiendas oficiales como la Play Store o Apple Store, que pueden ser virus diseñados solo para robar información de tus finanzas y datos personales sin ningún escrúpulo.

El intercambio de datos personales por acceso

Al descargar una aplicación de juego en tu celular, el intercambio no es dinero por entretenimiento como tú puedes creer. Estás intercambiando datos personales por acceso. Pagas con tu identidad verificada, con tus patrones de comportamiento, con la huella única de tu celular y con una parte de tu privacidad.

Las aplicaciones legítimas usan tus datos para crear un escudo de seguridad y un perfil comercial. Las demás, simplemente los toman. Es ahí donde debes tener especial cuidado. Por eso, la próxima vez que abras una de estas plataformas, hazlo con los ojos bien abiertos: revisa los permisos que solicita, descarga solo desde fuentes oficiales y elige operadores con licencias reconocidas.

FUENTE: AGENCIA

scroll to top