En el marco de la emergencia provocada por el sismo de alta intensidad registrado el pasado viernes en la Región de Atacama, el Subsecretario del Interior, Víctor Ramos Muñoz, visitó los estudios de Nostálgica y recorrió diversos puntos afectados en la capital regional, entregando detalles sobre las acciones que el Gobierno está ejecutando para enfrentar las consecuencias del evento.
Durante su paso por la zona, Ramos destacó la coordinación temprana entre las autoridades locales y el Ejecutivo, asegurando que desde el primer momento se han movilizado recursos e instituciones para atender las necesidades de las personas afectadas.
El subsecretario visitó lugares emblemáticos como la Escuela Abraham Sepúlveda Pizarro, el Centro Cultural Atacama y la Universidad de Atacama, con el objetivo de constatar en terreno los daños y escuchar las preocupaciones de autoridades regionales y comunales.
Ramos también abordó la solicitud de declarar a la región como Zona de Catástrofe, señalando que actualmente no se cumplen los requisitos técnicos necesarios para adoptar dicha medida.
No obstante, reiteró el compromiso del Gobierno con una respuesta rápida y efectiva frente a las afectaciones registradas.
De igual manera, aseguró que los recursos están asegurados para lograr responder rápidamente y responder adecuadamente a las necesidades de la ciudadanía.
Uno de los anuncios más relevantes fue la entrega del Bono de Recuperación, destinado a las familias damnificadas por el sismo. Según explicó la autoridad, esta ayuda está habilitada a través de la aplicación de la Ficha Básica de Emergencia (FIBE), instrumento que permite identificar el nivel de afectación de cada vivienda y familia.
El bono contempla cuatro tramos, que van desde los $375.000 hasta $1.500.000, dependiendo del nivel de daño (leve, moderado o grave), y tiene como objetivo entregar un primer alivio económico para la reposición de enseres y reparaciones urgentes.
Finalmente, Ramos valoró el trabajo en conjunto con las autoridades locales, quienes —según indicó— han puesto énfasis no solo en las viviendas, sino también en el acompañamiento al comercio local y al patrimonio histórico de Copiapó, sectores que también sufrieron daños tras el movimiento telúrico.
