Antes del 4 de julio, varios convencionales habían asegurado que “el texto hablaría solo”, pero la discusión ha estado marcada por otras temáticas.
Cuando todavía estaba funcionando la Convención Constitucional y las encuestas mostraban un escenario más favorable para el Rechazo, quienes defendían desde entonces el Apruebo aseguraban que, una vez estuviera listo el borrador, este “hablaría por sí solo”. “Lo que realmente importa desde el 5 de julio es la propuesta de texto constitucional”, afirmó, por ejemplo, la abogada Amaya Alvez (FA) el 28 de junio.
Pero a dos semanas de terminado el proceso, la discusión parece haberse movido hacia otros puntos: si habrá una nueva Convención en caso de que gane el Rechazo; si Chile Vamos está dispuesto a reformar la actual Carta Magna en ese mismo supuesto o si es factible un acuerdo político para modificar el borrador en el escenario en que triunfe el Apruebo.
“Yo estoy en chats con conocidos, amistades, y están todos discutiendo el proceso y no el contenido de la propuesta. Lo que ha costado que el Apruebo logre instalar es por qué es bueno este texto, y no las cosas malas (…). Nos va a enredar y voy a perder el tiempo de decirle a muchos chilenos y chilenas que hay cosas muy importantes (en el texto), por las que hemos peleado muchos años”, criticó el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) este lunes en conversación con EmolTV.
La crítica se hizo en el marco de la declaración que hizo la semana pasada el Presidente Gabriel Boric, que por un lado habló de la necesidad de conversar sobre las reformas pertinentes al nuevo texto, y por otra parte aseguró que, en caso de que ganara el Rechazo, tendría que haber otra Convención.
El constitucionalista y académico de Rutgers Law School, Jorge Contesse, aseveró también en entrevista con Emol TV que entendiendo el contexto político presente, “es prácticamente inevitable que parte de la agenda esté tomada por estos vaivenes, que probablemente sigan así de aquí al 4 de septiembre”.
“Comprendo esa pequeña frustración de parte de quienes redactaron esto y la comparto en el sentido de que siendo alguien a quien le interesa el contenido, sería conducente ocupar el tiempo mayoritariamente en analizar ese contenido”, sumó el académico.
Las posibles razones
Hay distintas lecturas sobre por qué el eje de la discusión se ha posicionado en el proceso y cómo seguir después del 4 de julio, y los riesgos que tendría priorizar este debate por sobre el de los contenidos.
Por ejemplo, Ernesto Silva (UDI), abogado y ex integrante de la mesa técnica que formuló la reforma constitucional para dar origen al proceso constituyente, considera que “esto era algo muy difícil de imaginar”.
“Hay varias cosas que han sido distintas a como se pensaron: que el resultado electoral de la Convención fuera tan excepcional como fue; el comportamiento de los convencionales; y el nivel de carga y esfuerzo de establecer derechos de pueblos originarios en desmedro de otras personas. Los errores de la Convención y la debilidad del texto propuesto hacen que hasta el Presidente se ponga a pensar en alternativas futuras”, opina Silva.
Para Rocío Cantuarias, abogada y ex convencional de Vamos por Chile, “tiene lógica que el debate vaya a separarse del texto del borrador, porque hay muy poca gente que lo encuentra bueno. La mayoría lo encuentra tan malo, incluso las personas que impulsaron este proceso, entonces el debate no se centra en el texto sino en qué hacemos para reformarlo”.
En cambio, Janis Meneses, trabajadora social y ex convencional de MSC, afirma que se trata de que “los poderosos y detractores del proceso constituyente se desplegaron y empujaron el dilema de aprobar o rechazar a un lugar cómodo para sus propias líneas editoriales. Si Chile es un país democrático, una actitud democrática siempre debió ser legitimar el trabajo de la Convención”.
“Yo aspiraba, y creo que habría sido lo más óptimo, a que se hubiese debatido respecto al fondo de la propuesta. Pero hemos visto que ha habido una fuerza política que ha empujado justamente a continuar en una campaña que está articulada más en favor del Rechazo, por las actitudes en las que estuvieron envueltos algunos convencionales”, agrega Andrés Cruz, abogado y ex convencional del Col. Socialista.
Quien ve con preocupación el escenario es el ex convencional UDI Rodrigo Álvarez, que afirma que “mi temor es que nos distraigamos discutiendo las fórmulas, cómo sigue el proceso, si un sector o no cumple sus promesas, cuando lo relevante es mostrarle a la gente que el texto es muy malo y que el trabajo de la Convención fue también desastroso, lo esencial es preocuparse por el texto”.
De acuerdo con Mauricio Daza, ex constituyente de INN, se trata de una “tentación de simplificar el debate por parte de los principales actores políticos del país”.
“Con esto se resta de valor y profundidad que requiere el proceso constituyente, pero al ser tan corto el periodo de campaña y siendo tantos los temas en juego, finalmente se busca plantear al electorado cuál es el camino más simple para cambiar lo que no gusta en caso que gane una u otra opción”, agrega Daza.
Fuente: Emol