En la historia del cine han habido varias versiones de “Superman”. Desde la visión fantástica del hombre que vuela en las entregas de Christopher Reeve, hasta la cruda y brutal consecuencia de un ser infinitamente poderoso en la versión de Henry Cavill. El “Hombre de Acero” es un personaje reconocido en todo el mundo, que ahora regresa a la pantalla grande para ofrecer una nueva perspectiva sobre la historia de un alienígena que busca su lugar en la Tierra. También marca el inicio de lo que se espera sea un universo cinematográfico exitoso para DC Studios, que ya lo ha intentado antes.
“Superman” sigue al protagonista del mismo nombre, quien lleva tres años siendo un superhéroe público en un planeta Tierra donde también existen personas con superpoderes, conocidas como “metahumanos”. Cuando Clark se involucra en un conflicto internacional, su imagen de figura pública queda en entredicho, mientras el billonario Lex Luthor busca arruinar su reputación y envía a todo tipo de villanos a enfrentarlo. Con todo en juego, Superman deberá salvar al planeta mientras busca el propósito que lo defina como un verdadero héroe de la humanidad.
Aunque esta sinopsis suena muy interesante, la película le añade a esto una gran cantidad de personajes del universo DC y mucha exposición, lo que da como resultado una aventura muy entretenida, pero dispersa. Aun así, es un buen punto de partida para el nuevo universo que el director James Gunn está construyendo.
A continuación revisamos las virtudes y errores de esta nueva entrega del hombre de acero.
Un nuevo estilo
A pesar de las múltiples versiones previas del personaje, esta entrega logra encontrar un tono y estilo propios que la diferencian de sus antecesoras. Mucho más ligera y con mayor sentido del humor -especialmente en comparación con las versiones de Zack Snyder (“El Hombre de Acero”, 2013)-, “Superman” vibra en pantalla gracias a un universo de personajes y ambientes coloridos.
En este sentido, la película ocupa estos colores para retratar una versión del superhéroe que ve el mundo con ojos de inocencia. Es un Clark Kent que cree en las personas, incluso cuando las personas no creen en él. Es algo que no es nuevo, dado que se parece al Superman de Christopher Reeves, pero que en el contexto de conflictos políticos y redes sociales, se siente fresco.
Probablemente a muchos les choque la cantidad de comedia que tiene la cinta. Generalmente funciona, exceptuando en ciertos momentos serios, y suele darle matices a sus personajes. Es una versión más extravagante, que se aleja de la masculinidad tradicional a la que estamos acostumbrados, pero que logra conservar el corazón del personaje, y para esta historia, eso es lo que realmente importa.
Tiene un atrevimiento que se agradece y que hace de esta película una aventura encantadora.
Racehl Brosnahan (Lois Lane) y David Corenswet (Superman) en una escena de la película. Crédito: EFE.
Su mayor poder: Los protagonistas
“Superman” está liderada por un talentoso trío de actores jóvenes: David Corenswet (“Tornados”), Rachel Brosnahan (“La Maravillosa Sra. Maisel”) y Nicholas Hoult (“Nosferatu”). Estos interpretan a Clark Kent, Lois Lane y Lex Luthor respectivamente y lo hacen de forma magistral. Cada uno le entrega una nueva arista a su personaje, sin alejarse de las personalidades que conocemos.
Comenzando por Corenswet, de 32 años, quien de seguro saltará al estrellato con esta entrega. Su versión de Superman genera la empatía necesaria para que la audiencia se enamore de un alienígena en busca de su propósito en la Tierra. Es una actuación llena de corazón, sin perder la sobriedad que caracteriza al personaje.
Caso contrario es el de Hoult. El ya experimentado actor muestra un rango que permite ver las fracturas dentro de la personalidad del imponente Lex Luthor, especialmente cuando las cosas no salen como él quiere. Hoult maneja cada escena a la perfección, te guste o no esta iteración del personaje.
Sin embargo, la mejor del elenco tiene que ser Brosnahan. Su presencia le da a Lois Lane un peso diferente, robándose las miradas en cada escena y creando esa química fundamental con Clark Kent. Sin ella, esta película pierde su núcleo y su mejor parte.
La kriptonita: El guion
Lamentablemente, no todo brilla en el regreso del “Hombre de Acero”. Como se mencionó antes, aunque tiene muchos aciertos, la película pierde el foco al intentar contar una historia sobrecargada de elementos. Relaciones con otros superhéroes, el gobierno, universos paralelos, una infinidad de villanos, el conflicto internacional, e incluso la constante participación del perro Krypto: Superman intenta malabarear más de lo que puede sostener.
Esto hace que el tiempo de la película sea ocupado en muchos personajes y no en las dinámicas que le dan cohesión a esta historia. Por más que digamos que los protagonistas son lo mejor de esta cinta, a estos igual les faltó tiempo para interactuar más a menudo. Así, a la hora de llegar a un clímax, no está la necesidad de vomitar motivaciones con discursos, sino que la audiencia entiende implícitamente todo lo que está en juego. Dicho esto, el peor villano de esta entrega es, por lejos, los diálogos de exposición, que no son pocos.
Para finalizar, si uno considera que este es el comienzo de un universo de varias películas que estarán conectadas entre sí, puede salir satisfecho de esta experiencia, ya que no solo hay entretención, sino que también un vasto mundo por conocer. No obstante, si uno está buscando un relato que profundice en los elementos que forman el personaje de Superman, no se sorprendan si quedan con gusto a poco.
Nota: 3,5/5,0
“Superman” ya está disponible en cines.
Nicholas Hoult interpreta a Lex Luthor. Crédito: AP.
Fuente: Emol.com