¿Qué implica para afiliados? Deben pagar la totalidad de de la prestación y luego ellos gestionar el reembolso con su respectiva Isapre.
El congelamiento de los precios por la pandemia, el aumento sostenido de las licencias médicas y el incremento de las prestaciones, son algunos de los factores que han influido en la crisis financiera por la que están cruzando las Isapres, a lo que se suma la incertidumbre en torno al futuro de la industria considerando el sistema único de salud que el Gobierno aspira a impulsar.
Lo anterior, además del fallo de la Corte Suprema donde se les ordenó revertir el alza de los precios de sus planes aplicada en y devolver el dinero a sus afiliados -en torno a $10 mil millones- proceso que por instrucción de la Superintendencia de Salud comenzará a partir de octubre.
Una situación que también ha comenzado a salpicar a las prestadoras de salud. Según la Clínicas de Chile -gremio que reúne a 40 prestadores de salud privados de Santiago y regiones- , las Isapres adeudan más de $456 millones por prestaciones a afiliados que aún no han sido cubiertas por las aseguradoras.
Así, con el objetivo de evitar el riesgos de no pago, al menos 10 clínicas a lo largo del país han suspendido sus convenios con isapres: Clínica Alemana con la isapre Consalud y con la isapre Nueva Más Vida; también, Red Salud con la isapre Nueva Más Vida; Clínica Dávila con la isapre Cruz Blanca; y la Red de Clínicas Regionales – asociación que reúne a la Clínica Portada, la Clínica de Atacama, la Clínica Los Coihues, la Clínica Lircay, la Clínica Los Andes, el Hospital Clínico del Sur y la Clínica Puerto Montt – con la isapre Cruz Blanca.
Para mitigar las consecuencias y buscar soluciones frente a la crítica situación de la industria, el Ministerio de Salud ha convocado a mesas de trabajo en conjunto con la Asociación de isapres. Ya van casi tres meses de conversaciones, las que, según han señalado desde el Minsal, se enfocan en coordinar el proceso de transición al sistema única de salud, en el que las isapres jugarían un rol de seguros complementarios.
“Hace algunas semanas se ha conocido el término de convenios entre clínicas y centros médicos, un escenario que había sido alertado con anticipación por las isapres producto de la delicada situación operacional que enfrentan“, señaló la Asociación de Isapres a Emol.
“Estas decisiones que adoptan los prestadores son efecto de esta crisis y, lamentablemente, impactan a los pacientes y sus familias. Esto ha llevado a las isapres a extremar las gestiones para resolver los problemas de viabilidad que mantienen en riesgo el sistema, en una mesa de trabajo que encabeza el Ministerio de Salud”, agregó.
Implicancias para afiliados y cronología de la rotura de los convenios
Pero, en la práctica, ¿Qué significan estas suspensiones para los afiliados? Al no estar vigente el convenio entre una isapre y el recinto asistencial, cada paciente tendrá que realizar el pago en su totalidad de forma directa al centro de salud y luego, gestionar el rembolso con su respectiva Isapre. Es importante destacar que la situación varía dependiendo de las características de cada convenio.
La primera en poner fin al convenio con una isapre fue Clínica Alemana, tomando la determinación en enero de este año de suspender el convenio con la isapre Nueva Más Vida. Meses después, específicamente el 28 julio, el recinto de salud comunicó a través de una circular a sus pacientes la suspensión del convenio con la isapre Consalud.
También se sumó Red Salud, quienes anunciaron en su página web que desde el 30 de agosto el convenio con la isapre Más Vida dejaría de estar vigente: “Si eres paciente afiliado a isapre Nueva Más Vida queremos informarte que la venta de bonos no está operativa en Centros Médicos Red Salud”, indicó.
En ese sentido, detallaron que “para poder acceder a tu atención deberás pagar el valor total de la prestación y luego presentar los documentos en Isapre para solicitar el reembolso correspondiente, según tu plan de salud”.
En esa misma línea, la Red de Clínicas Regionales (RCR), que incluye a siete centros de salud entre Antofagasta y Puerto Montt, determinó suspender sus convenios con la isapre Cruz Blanca debido a las cuentas impagas. A raíz de esto, Cruz Blanca declaró que “se mantienen los procesos y compromisos de pago con la Red de Clínicas Regionales dentro de los plazos en la normativa”, y expuso “estar evaluando emprender acciones legales para defender los derechos legales de nuestros afiliados”.
Uno de los recintos de salud que forma parte de la RCR es la Clínica Lircay, que a través de correo electrónico informó a sus pacientes que “a partir del 22 de agosto del 2022, suspenderemos el convenio hospitalario de sus isapre debido a la deuda pendiente de pago que mantiene Cruz Blanca con nuestra institución”.
En ese mismo documento, señala que “el pago de la totalidad de la hospitalización deberá realizase de manera anticipada a su fecha de ingreso. Posterior a su alta podrá gestionar con su Isapre el rembolso”. Detallando que “lo anterior descrito no afecta a los servicios ambulatorios”.
En medio de esta crisis, la Clínica Dávila también anunció la suspensión de todos sus convenios con la Isapre CruzBlanca desde el 5 de septiembre, informando que a partir de esa fecha tanto las atenciones ambulatorias como hospitalizaciones tendrán que pagarse en su totalidad, para luego ser rembolsadas directamente con la Isapre.
En sintonía con lo anterior, otra consecuencia que se han dejado entrever producto de la difícil situación financiera que están atravesando las isapres es el cierre de sucursales, y en sentido, este viernes, Colmena comunicó el cierre definitivo de la sucursal en Vitacura y los puntos de atención ubicados en la Clínica UC San Carlos de Apoquindo y el Hospital Clínico de la Universidad Católica.
Fuente: Emol