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Con Paulo Díaz en cancha, River Plate perdió increíblemente la final de Copa Libertadores contra el Flamengo

El River Plate de Paulo Díaz tuvo ganada la final de la Copa Libertadores por 87 minutos. Se mostró superior en el trámite del partido al Flamengo, pero el goleador Gabriel Barbosa clavó dos veces el puñal en tres minutos y desangró al “Millonario” en el Monumental de Lima. No habrá bicampeonato para los argentinos.

Los brasileños, en cambio, se vuelven a coronar en la Libertadores 38 años después. En aquella ocasión, derrotaron a Cobreloa con el mítico Zico como bandera. Ese recuerdo ahora tendrá otro color.

El “Fla” se adueñó de la posesión desde el inicio, pero River mordía con ferocidad en toda la cancha. Con un magistral Enzo Pérez liderando la tropa, y sin que nadie se restara del esfuerzo, la marca se hacía asfixiante. Así llegó el primer gol.Pérez interceptó un balón en la salida y tras un centro de Gonzalo Montiel desde la derecha apareció Rafael Santos Borré en el punto penal para colocar la pelota pegada al palo en los 13′.

El plan de Gallardo era ejecutado a la perfección por sus dirigidos. Al “Mengao” se le veía anonadado, sin soluciones. No podía asociarse por dentro ni descolgar a sus laterales. El goleador Gabriel Barbosa estaba desconectado y poco fino en las descargas, tampoco lo hacía mejor el velocísimo Bruno Henrique.

No se alteró el guión en el segundo tiempo. Salvo una monumental atajada de Franco Armani a Everton Riveiro, los de Río de Janeiro no podían descerrajar la defensa del rival, que seguía amenazando a la contra. A los 76′ entró Paulo Díaz por Milton Casco para intentar clausurar la banda izquierda.

Parecía que River tenía la final en el bolsillo, pero al Flamengo lo sostenía el orgullo. Si bien no mostraba fútbol ni imaginación, seguía yendo y yendo. Su recompensa llegó a los 87′. Lucas Prattó perdió la pelota, Bruno Henrique salió disparado y metió un gran pase en cortada para Giorgian de Arrascaeta. El uruguayo vio solo a “Gabigol” y se la cedió para que diera el pase a la red.

El ex Inter de Milán, intrascendente en casi todo el encuentro, mostraría sus galones en el momento de mayor tensión. En los descuentos, aprovechó el único error de Javier Pinola en la zaga y con un zurdazo liquidó a Armani. Sumó nueve tantos en la Copa y fue el máximo artillero del certamen.

Poco después de su segunda diana, se fue expulsado, al igual que Exequiel Palacios en los trasandinos. Con diálogos y reclamos se consumió el tiempo. Lima es una fiesta rojinegra.

 

Fuente:emol

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