La salida del ejecutivo fue confirmada este sábado por la compañía, días después de que se viralizara un video que lo mostraba con otra mujer en un concierto en Boston.
Andy Byron, más conocido estos días como el CEO de la empresa de tecnología Astronomer, presentó su renuncia tras la polémica generada por un video grabado durante un concierto de Coldplay en Boston, Estados Unidos, donde fue captado con una mujer que no era su esposa.
La ya catalogada como “icónica” escena fue comentada en vivo por el vocalista de la banda, Chris Martin, y rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Este sábado, la compañía emitió un comunicado a través de sus redes sociales confirmando la salida de Byron, y señalando que la Junta Directiva ya aceptó su renuncia tras el polémico momento.
En su lugar, asumirá de manera interina el cofundador y Director de Producto de la firma, Pete DeJoy.
“Se espera que nuestros líderes marquen la pauta tanto en conducta como en responsabilidad, y recientemente, esa pauta no se ha cumplido”, expresó la empresa, subrayando que mantienen su “compromiso con los valores” que los han guiado desde su fundación.
El video de la controversia en concierto de Coldplay
Todo comenzó durante una de las presentaciones de Coldplay en el Gillette Stadium, donde la denominada “Kiss Cam” captó a Andy Byron abrazando a Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de Astronomer.
Al verse en pantalla, ambos reaccionaron con incomodidad: ella se tapó la cara con las manos y él desvió la mirada antes de agacharse.
El momento fue notado por el propio Chris Martin, quien comentó desde el escenario: “Miren a estos dos, ¿están bien? O tienen una aventura o son extremadamente tímidos”.
La frase generó aún más atención al episodio, especialmente luego de que usuarios identificaran al empresario, quien está casado con Megan Kerrigan Byron y tiene dos hijos. Según medios estadounidenses, Cabot también estaría casada.
Tras la viralización del video, antiguos empleados de Byron se sumaron a las críticas. Lo anterior, ya que en declaraciones al New York Post, varios excolaboradores lo acusaron de mal clima laboral, decisiones arbitrarias y un estilo de liderazgo autoritario.
Algunos incluso calificaron la situación como “karma”, asegurando que su exposición pública generó satisfacción entre quienes trabajaron bajo su dirección.
Fuente: T13
