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Cómo poner en práctica la conducción defensiva, una forma útil de prevenir accidentes

La conducción defensiva es una forma de manejar que busca anticiparse a las situaciones de riesgo para evitar un potencial accidente de tránsito o, al menos, minimizar las consecuencias del mismo. Si bien la mayoría de las personas cree aplicar esta manera de conducir, lo cierto es que no siempre es así, y el número de siniestros aumenta cada año. Es por eso que a continuación se presentan un conjunto de técnicas útiles para estar atento ante cualquier situación imprevista en la carretera.

Observar todo

Además de tener el vehículo en perfecto estado, es fundamental estar muy atento mientras se conduce para evitar posibles percances. Observar todo lo que ocurre alrededor es clave para anticiparse a un peligro y advertir lo que puede llegar a ocurrir. El secreto está en no mirar únicamente el centro de la calzada, sino prestar atención constantemente a los espejos retrovisores e intentar controlar los ángulos muertos.

Reducir la velocidad

Si la idea es poder prever situaciones de riesgo, es necesario andar siempre a una velocidad media; es decir, ni demasiado lento ni demasiado rápido. Esto ayudará a lograr una mejor visión y a ganar tiempo para reaccionar y maniobrar ante una circunstancia inesperada. Para saber más sobre seguros y accidentes siga este enlace.

Desconfiar

Aunque todos los conductores deberían respetar las reglas de tránsito y estar atentos en todo momento, la realidad es que muy pocos lo hacen. Por este motivo, se recomienda desconfiar permanentemente de quienes conducen a nuestro alrededor.

Mantener distancia 

Para eludir cualquier posibilidad de impacto, es indispensable mantener una buena distancia tanto con el coche que va adelante como con el que va detrás. Así, en caso de tener que frenar abruptamente, las consecuencias serán mucho menos graves.

Conocer el vehículo 

Es importante conocer cuáles son los sistemas de seguridad activa y pasiva del automóvil y cómo utilizarlos correctamente. Los primeros hacen referencia al conjunto de elementos que contribuyen a proporcionar una mayor eficacia y estabilidad al vehículo en marcha, como el frenado, la suspensión y la dirección. Los segundos se relacionan con aquellos instrumentos que reducen al mínimo los daños que se pueden producir cuando el accidente es inevitable, como los cinturones de seguridad y los airbags.

Sostener ambas manos sobre el volante

Tal como señalan los expertos, ambas manos deben ir sobre el volante todo el tiempo. Imaginando que éste es un reloj, las manos deberían marcar las diez menos diez o las tres menos cuarto. De esta manera, se estará bien preparado para actuar en caso de emergencia.

No beber alcohol 

Por más que pueda parecer algo obvio, es fundamental no olvidar que se encuentra terminantemente prohibida la ingesta de alcohol o de cualquier tipo de drogas si se va a conducir. Para poner en práctica la conducción defensiva, nuestros sentidos deben funcionar al 100%.

 

Fuente: latin word

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