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Codelco reformulará proyecto Rajo Inca que busca extender vida útil de la división Salvador

  • Actualmente se encuentra en proceso de cálculos, pero los sobrecostos podrían ser varios cientos de millones extras.

Nuevas complicaciones asoman en el futuro cercano de la minera estatal Codelco, a solo días de que asumiera la presidencia ejecutiva de la empresa el ingeniero Rubén Alvarado. Según consta en el acta del directorio del mes de junio, la mesa de la estatal fue informada de la necesidad de reformular el proyecto Rajo Inca. La iniciativa es una de las obras estructurales que impulsa la minera, y busca extender en más de 40 años la vida útil de la división Salvador.

En mayo de 2021, Codelco inició las obras en la Región de Atacama, con miras a comenzar la producción en el primer semestre de este año, hito que incluso actualmente no tiene fecha definida para que se produzca.

Desde la estatal detallaron que “los proyectos se autorizan por un monto y plazo determinado para cumplir el alcance de la propuesta de negocio. La reformulación de un proyecto consiste en un proceso de autorización adicional en los casos en que se superan rangos de tolerancia para monto, plazo y/o alcance. En este caso, el proyecto Rajo Inca presenta un avance físico de 58% al cierre de julio de 2023 y se presentó una propuesta de reformulación que actualmente se encuentra en revisión”.

Sobrecosto

Originalmente, Rajo Inca consideraba desembolsos por US$ 1.383 millones, cifra que podría ser superada largamente, ya que, según conocedores de las obras, se podría requerir del orden de unos US$ 900 millones extras en lo que resta de su construcción. Oficialmente no existe aún la cifra final, pero desde Codelco reconocieron que la estimación de inversión del proyecto supera el rango de tolerancia del presupuesto original, razón por la cual se inició el proceso de reformulación. “El nuevo monto y plazo aún está en revisión, y será sometido a autorización del directorio”, añadieron desde la empresa.

Estos resultados son claves para el futuro del proyecto, y es que si ya originalmente la rentabilidad de Rajo Inca era ajustada, hay voces que dicen que este sobrecosto provocaría que tenga un valor actual neto (VAN) negativo. Respecto a esta posibilidad, desde Codelco dijeron que “los indicadores de rentabilidad estarán determinados por el nuevo monto y plazo, aún está en revisión”.

De todas maneras, la estatal se verá obligada a actualizar el sobrecosto que les ha significado la cartera de proyectos estructurales. A comienzos de año, la minera transparentó que solo entre Chuquicamata Subterráneo, Traspaso Andina y la cartera de proyectos de El Teniente acumulan gastos extras de casi US$ 5.000 millones, un 56% más de lo pronosticado originalmente.

Las razones de los atrasos

El proyecto Rajo Inca fue la salvación de la división Salvador, que estaba destinada a cerrar, y llevarse consigo a la última ciudad campamento minero del país.

Contra todo pronóstico, la minera logró presentar un proyecto rentable que, sin embargo, ha enfrentado diversas dificultades desde un comienzo. Por ejemplo, la demanda del Consejo de Defensa del Estado en contra de la minera por daño ambiental en el salar de Pedernales.

Una vez iniciadas las obras, en julio del año pasado se produjo la muerte de un trabajador contratista que prestaba servicio en la construcción, lo que se tradujo en nuevos retrasos y paralización de las faenas. Posteriormente, en febrero de este año, la corporación dio a conocer el término anticipado del contrato con el consorcio CBM, conformado por las empresas Movitec y la estatal bielorrusa Belaz, por supuestos incumplimientos. Estas firmas estaban a cargo del movimiento de tierras que se hace antes de un proyecto minero, y la rescisión del acuerdo terminó siendo vista en tribunales.

Codelco, por su parte, comentó que “influyen factores externos, tales como la pandemia y el conflicto en Ucrania y sus consecuencias en la disponibilidad y precios de insumos, servicios y equipos críticos. También hay factores internos, tales como menores rendimientos en equipo minero, en la ejecución de contratos y el accidente fatal de julio de 2022, entre otros. Esta materia también es parte de los antecedentes que están en proceso de revisión, lo que se informará oportunamente”.

Fuente: El Mercurio

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