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Chile produce casi el 30% del litio del mundo y en los próximos años valor de exportaciones estaría al nivel de sector vitivinícola

“Perspectivas del mercado del litio al año 2030”, se titulaba la conferencia llevada a cabo ayer por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en la que presentaron un estudio relativo a las expectativas de demanda, producción, inversión y usos del litio en los próximos diez años.

De acuerdo con el estudio, Chile se posicionó en 2019 como el segundo mayor productor de litio del mundo, con una participación del 29%, solo detrás de Australia, que produjo el 48% del “oro blanco” a nivel global.

Ahora bien, pese a que se espera que ambos países más que dupliquen su producción hacia fines de la década, igualmente disminuirán progresivamente su participación, dada la mayor competencia de países como Estados Unidos, Canadá y Zimbabwe. Así, en 2030 la participación de Australia se reduciría al 31%, mientras que la de Chile a un 17%.

De todas formas, el analista de Cochilco, Andrés González, señaló que “Chile continuará siendo un actor relevante en la industria productora de litio. El hecho de que sea un productor consolidado y con una extensa historia en la industria le concede al país la experiencia necesaria para una apropiada planificación de sus expansiones productivas”.

El estudio dio cuenta de un importante crecimiento de la demanda de litio en el mundo durante los últimos años, pasando de 204 kilo toneladas de carbonato de litio equivalente (kt. LCE) en 2016 a 323 en 2019, “lo que equivale a un incremento compuesto anual de 16%”, señaló el análisis, agregando que esto “esta principalmente asociado al uso de litio en baterías recargables de ion-litio, especialmente en el segmento de vehículos eléctricos, situación que se espera a largo plazo continúe en alza a medida que el mundo hace esfuerzos por encontrar fuentes de transporte menos contaminantes”.

De hecho, Cochilco expuso que el consumo de litio en autos eléctricos de pasajeros pasó a representar el 18% del consumo agregado de litio en 2016 al 32% en 2019, “y –aún considerando que históricamente el mercado ha tendido a sobreestimar la velocidad de crecimiento de esta industria- esperamos que en 2030 representa cerca del 80%”.

Además, debido al avance de la demanda de litio, la oferta mundial del mineral “debió ajustarse al alza”, indicó el estudio, detallando que “la producción mina agregada creció de 209 kt. LCE en 2016 a 381 kt. LCE en 2019, lo que equivale a un incremento compuesto anual de 22%. Esto se explica en gran parte gracias a los aumentos operativos de los dos principales países productores, Australia y Chile”.

“Como resultado de este desarrollo, durante 2016 y 2017 las cotizaciones de los dos principales químicos de litio, el carbonato (71% de la demanda agregada en 2019) y el hidróxido (24%), se tranzaron progresivamente al alza, con sus precios promedio estimados en Asia creciendo un 167% y 97% respectivamente durante el periodo. Posteriormente, dado el incremento en la oferta sumado a menores expectativas en las ventas de autos eléctricos, se entró a un creciente superávit de oferta, lo que explica porque los precios han tendido a la baja desde 2018 en adelante”, añadió.

Según expuso el ministro de Minería, Baldo Prokurica, y en base a las estimaciones de Cochilco, “se espera que en Chile la producción actual de litio aumente a más del doble para el 2025, alcanzando cerca de 250 mil toneladas de carbono de litio equivalente (LCE)”.
“Estas cifras nos sugieren que en los próximos años el valor de nuestras exportaciones de litio será similar al de sectores económicos altamente consolidados como el vitivinícola, lo cual refleja la importancia de la explotación de este recurso para el país. Este importante avance productivo nos mantendrá como un actor relevante para enfrentar el fuerte crecimiento esperado de la demanda mundial de litio”, acotó el secretario de Estado.Según cifras del Servicio Nacional de Aduanas, Chile el año pasado exportó un total de US$931 millones en litio, mientras que los envíos vitivinícolas registraron más del doble, bordeando los US$2 mil millones.

Golpe de la pandemia a la demanda de litio

González, en tanto, señaló que la recesión mundial gatillada por la pandemia de covid-19 ha implicado un crecimiento “de la electromovilidad menor al inicialmente proyectado para el presente año, situación que ha afectado negativamente a la demanda de litio”.
“Por el lado de la oferta, se han anunciado algunos retrasos en la entrada de nuevos proyectos junto a la certeza de una menor producción en algunas operaciones actuales. Esta producción menor a la anticipada ha contribuido a mitigar la caída en los precios que hemos visto desde fines de 2017 hasta la actualidad”, acotó.

En todo caso, espera que a largo plazo no haya efectos significativos sobre la demanda de litio, junto con anticipar el desarrollo de nuevos proyectos. Con esto, proyecta que a partir de 2025 la demanda comience a crecer más rápido que la oferta, lo que se traducirá en una presión al alza en los precios.

Fuente: emol

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