El alcalde Richard Leonelli ya había hecho en abril un llamado de “auxilio” al Gobierno para solicitar ayuda ante los graves hechos de violencia que afectan a la zona, y que han repercutido fuertemente en su desarrollo social.
“Completamente abandonados. Cuando pasa un hecho como este, están todos ocupados del tema y al día siguiente se olvidan que la comuna de Lumaco existe y lo que está pasando”. Esos fueron los descargos que hizo ayer el alcalde de la comuna, Richard Leonelli, tras el atentado a 30 trabajadores, en el que Segundo Catril Neculqueo murió horas más tarde producto de un disparo en su cráneo.
El jefe comunal se refería al universo de necesidades en la zona, las mismas que había ido a pedir a La Moneda el día anterior, en una audiencia con el Subsecretario de Desarrollo Regional y administrativo, Miguel Crispi. La idea era conseguir recursos para diferentes áreas de desarrollo de la comuna, los que se habrían debilitado en los últimos años.
A la cita lo acompañó el diputado por La Araucanía, Juan Carlos Beltrán (RN), quien en conversación con Emol repite la frase del alcalde: “Lumaco está en total abandono, y soy muy responsable y respetuoso en decirlo”. En concreto, buscaban “un adelanto del fondo común municipal para abordar temas urgentes, porque el alcalde recibió un municipio que tiene una serie de deudas por denuncias judiciales que existieron desde gestiones pasadas”.
Según datos del Sistema Nacional de Información Municipal, en 2021, el ingreso por fondo común municipal fue de M$ 2.686.516 (cifra expresada en miles de pesos), y la dependencia de este monto sobre los ingresos propios del municipio llega al 89,62%, muy por sobre el promedio nacional, cuya dependencia promedio es del 63,76%.
“Lo más dramático y se lo planteamos al subsecretario, es que el alcalde está viendo la posibilidad, de rematar maquinarias para reparar los caminos y así tener algo de recursos y poder salir adelante“, remarcó el diputado Beltrán.
Casi la mitad de la población sin acceso a servicios básicos
El déficit municipal convive además con la realidad que afecta a los más de 10 mil habitantes de la zona: la pobreza. Según la encuesta Casen (2017) un 47,21% de la población está afectada por pobreza multidimensional (carencias en salud, educación y nivel de vida), mientras que un 33,3% enfrenta pobreza por ingresos, los que no alcanzan el mínimo para poder satisfacer necesidades básicas.
A diciembre de 2020, un 47% de la población de Lumaco presentaba carencias en el acceso a servicios básicos (un 33% por sobre el promedio nacional y un 21% sobre la región de La Araucanía) y un 18% vivía en condiciones de hacinamiento (3% por sobre el promedio del país y un 2% sobre el promedio de la región).
Desde el municipio han intentado encauzar gestiones en los sectores rurales, donde “hay familias que no tienen qué comer, así de dramático es“, comenta el diputado.
El problema de la inseguridad
El hecho es puntual, pero no menos decidor: este mes el municipio ha sufrido la sustracción de dos vehículos (uno de la sección de Desarrollo Comunitario y otro de Aseo y Ornato), problema que no está alejado los delitos que enfrenta la ciudadanía y al temor constante por ataques en los caminos.
“Las personas ya no salen pasadas las 20.00 horas para ir de una comuna a otra, salvo que tengan que ir a una situación de emergencia, incluso los vehículos de emergencia han sido violentados”, narró el parlamentario.
Los dichos van en línea con el duro diagnóstico que hizo ayer el alcalde Leonelli, frente al problema de inseguridad que mancilla múltiples dimensiones en la comuna: “el turismo, se afecta a la educación, los niños no van al colegio, no tenemos caminos para que entren ambulancias“, relató a Radio ADN. Ya en 2021, los emprendedores de Capitán Pastene o “la pequeña Italia”, dieron cuenta de cómo sus ventas bajaron hasta en un 70% producto de la pandemia y de los hechos de violencia que desincentiva el turismo y golpea la creación de empleos.
Según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, Lumaco registró en 2019 una tasa de 1.227,2 denuncias cada 100 mil habitantes por delitos de mayo connotación social, mientras que la tasa en la región fue de 1.803,9.
En el caso específico de los atentados y ataques incendiarios, el último informe de la Multigremial La Araucanía, detalla que los hechos de violencia pasaron de 45 (con estado de excepción) a 122 sin estado de excepción (entre el 27 de marzo al 15 de mayo de este año), es decir, un incremento del 171% y los ataques armados en un 298%. De hecho, la comuna de Lumaco registró la variación más importante, pasando de 2 a 9 hechos de violencia.
Ahora, con un estado de excepción vigente desde el pasado miércoles, el balance que hace Carabineros es positivo. El General Jefe de Zona del Biobío, Capitán Juan Pablo Caneo, afirmó ayer que “en seis días de estado de excepción, versus los seis días previos, efectivamente ha habido una baja. De seis eventos registrados promedio diario, ha habido una baja a cuatro eventos promedio en la macrozona sur”.
Historial de ataques armados e incendiarios
El modus operandi tras el ataque al minibus que trasladaba a 30 trabajadores mapuche al campamento San Oscar, -para realizar trabajos de restauración en una zona donde anteriormente hubo intervención forestal- no dista demasiado del utilizado por encapuchados a inicios de abril, donde también dispararon contra un furgón de trabajadores forestales de la empresa Mininco. En esa oportunidad, dos personas resultaron heridas.
En enero de este año, Mauro Aguilar, un joven de sólo 23 años quien se desempeñaba como conductor de camiones forestales, recibió un disparo en la cara tras ser interceptado por encapuchados en el camino que une Los Sauces con Lumaco. El joven sobrevivió, pero al igual que muchas otras víctimas de ataques, aún se desconoce a los responsables.
Ayer, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) salió a negar tajantemente algun vínculo con el atentado a los trabajadores del minibus. En un comunicado afirmaron que “la CAM realiza sabotajes a faenas forestales, maquinarias e insumos del gran capital. La CAM no ataca a trabajadores y menos a mapuche”.
En efecto, la organización se ha adjudicado una serie de otros ataques en la macrozona sur, los que según un reciente reporte de la Multigremial Araucanía llegarían a 176 desde 2014. Es más: Lumaco fue el lugar escogido por la CAM para darse a conocer en 1997, con la quema de camiones forestales.
Pedro Canales, historiador y académico del Departamento de Historia de la Usach señala que existe una base histórica-territorial en Lumaco que explica lo que hoy ocurre en la zona. “En los años 60′ del siglo XX en Lumaco y Ercilla se llevaron a cabo, por población mapuche, actos de recuperación de tierras: corridas de cercos y ocupación de fundos, todo esto en contexto de reforma agraria en gobierno de Frei Montalva”, explica.
Por eso, “estos eventos no son casualidad ni son nuevos; hay una continuidad que se relaciona con la larga memoria mapuche que recuerda que la guerra de ocupación y los tiempos de la radicación”, agrega.
Otro de los grupos radicalizados que opera en la zona es la Weichan Auka Mapu (WAM), nacido en 2016, presuntamente escindido de la CAM. Se ha adjuficado atentados contra iglesias, colegios y maquinaria en las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos. En julio de 2020 se adjudicaron 26 sabotajes contra instalaciones empresariales en territorio reivindicado por el pueblo mapuche.
El pasado 14 de abril de este año, la WAM se adjudicó el ataque incendiario a una camioneta del personal de la forestal Mininco, tras intimidar con armas a dos operarios. Días antes, el alcalde Leonelli ya había hecho un llamado de “auxilio” al Gobierno de Presidente Gabriel Boric, con las mismas palabra con que ayer inició sus descargos: la sensación deun profundo abandono.
Fuente: Emol