La ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, expresó este miércoles su rechazo hacia la serie de críticas que surgieron tras la nominación de los primeros ocho cargos de embajadores y los reproches realizados a algunos de los nombres propuestos, recalcando que no se trata de “premios de consuelo”.
Asimismo, la secretaria de Estado lamentó los trascendidos sobre la nominación de algunos nombres como el de la ex presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, en Argentina, lo cual a su juicio puede dañar las relaciones con los países receptores, ya que ellos deben dar su aprobación antes. “Ellos no son embajadores aún”, sostuvo.
Al respecto, Urrejola recordó que “recién se han oficializado el nombramiento de ocho embajadores, cuatro de los cuales son de carrera y cuatro políticos, manteniendo paridad de género, y es cosa de ver los currículum de esas personas nombradas para darse cuenta que ahí no hay ningún premio de consuelo”.
“El Presidente se comprometió en octubre del año pasado con la asociación de funcionarios de carrera a continuar lo que ha sido la práctica, que es que 80% de los embajadores sean de carrera y un 20% sean políticos. Lo que él está haciendo es hacer uso de una prerrogativa que siempre ha existido, siempre han existido embajadores políticos”, indicó.
La jefa de la diplomacia destacó que “vamos a respetar este porcentaje que es un acuerdo no escrito que existe y que en aquellas áreas que sean más sensibles para la política exterior interna que el Presidente tenga la oportunidad de nombrar gente más cercana políticamente al proyecto de gobierno, pero siempre buscando personas con capacidades para el cargo y respetando la carrera diplomática”.
En cuanto a los nombres que han surgido cómo candidatos a embajador en distintos países, la ministra explicó que “todos estos trascendidos que han aparecido en la prensa, estos embajadores no son tales hasta que los países destinatarios den el acuerdo y no hemos recibido el acuerdo de ninguno de los embajadores que han estado señalando”.
“Tenemos que esperar el acuerdo de esos países antes de dar por hecho que esos van a ser los embajadores y eso demora hasta tres meses. Me parece importante señalar que es importante resguardar y bajar un poco los rumores, porque eso daña la política exterior”, agregó.
En esa línea, recalcó que “si nosotros estamos proponiendo nombres a los distintos países y empiezan a salir en la prensa cuando los países destinatarios ni siquiera saben, terminamos dañando a personas innecesariamente y también podemos dañar las relaciones bilaterales”, concluyó.
Fuente: Emol.com
