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Bases, comisión especial y mecanismos: Lo que se ha acordado y lo que queda por definir en el proceso constitucional

Una serie de reuniones han concretado los partidos políticos con presencia en el Congreso tras el triunfo del Rechazo el pasado 4 de septiembre, con el fin de continuar el proceso constitucional.

Lo cierto, es que aquellas juntas no han estado exentas de controversias y salidas, pero de todas maneras, entre quienes aún mantienen la mesa de diálogo se han logrado acuerdos.

Por ejemplo, tras haber manifestado diversas opiniones, finalmente ayer viernes los partidos del oficialismo, Chile Vamos, la DC y Amarillos por Chile optaron porque sea una “comisión especial” quien ocupe el rol de “árbitro” de las llamadas “bases” constitucionales. Con ello, se descarta entonces que asuma el papel la Corte Suprema, el Congreso o el Tribunal Constitucional.

El titular del Senado, Álvaro Elizalde, aseguró que “tras analizar las distintas propuestas formuladas por los distintos partidos y bancadas, se está planteando la creación de un órgano especialmente constituido al efecto, que debe velar porque se cumplan las bases constitucionales, que no va a ser ni el Congreso, ni la Corte Suprema, ni el Tribunal Constitucional, va a ser un órgano ad hoc”.

Ahora bien, ello debe ser ratificado por la mesa ampliada. En tal sentido, aquí queda pendiente la forma de composición, el nombramiento de integrantes y las reglas que regirán al órgano, lo que se analizará desde la próxima semana.

Previo a este acuerdo (durante la segunda semana de octubre) quienes participan en el diálogo anunciaron que se había llegado a un consenso -al menos en lo “macro”- en las bases constitucionales o antes llamados bordes y que contemplarían doce puntos.

Si bien hubo parlamentarios que señalaban en ese entonces que aún no existía un acuerdo cerrado y que algunos puntos podrían cambiar durante las conversaciones, algunos de ellos establecen que “Chile es una república democrática, cuya soberanía residen en el Estado”; que “el Estado de Chile es unitario y descentralizado”; y que “la soberanía tiene como límite la dignidad de la persona humana y los Derechos Humanos reconocidos en los tratados internacionales ratificados por el Estado de Chile y que se encuentren vigentes. La Constitución consagrará que el terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los Derechos Humanos”.

Un aspecto importante también es el que deja de lado el debate por la “plurinacionalidad”, afirmando que “la Constitución reconoce a los pueblos indígenas que habitan su territorio como parte de la nación chilena, que es una e indivisible. El Estado respetará y promoverá sus derechos y culturas”.

Respecto al mecanismo del proceso en sí mismo, algo que trascendió es que se analizaría luego de acordar las bases. Ahora bien, el debate al respecto ya se abrió.

Desde el oficialismo (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático) y la DC dieron a conocer un borrador en el que plantean, entre otros puntos, que el órgano redactor de la nueva Carta Magna sea constituido por 125 miembros elegidos democráticamente -con nueve escaños reservados para pueblos indígenas- a través del sistema D’Hondt y mediante mecanismo y representación electoral a definir.

Lo anterior, por cierto fue cuestionado por Chile Vamos. “Yo creo que el oficialismo no ha entendido nada”, dijo el presidente de RN, Francisco Chahuán, tras conocer la propuesta.

Ahora, en el sector han mostrado apertura a discutir sobre un espacio mixto. El diputado Juan Antonio Coloma (UDI) sostuvo que “lo que nosotros estamos avanzando es una fórmula mixta, lo más acotada en miembros posible, con un tiempo acotado de duración, esperamos no más de seis meses para permitir un mejor diálogo. Creemos que lo que fracasó en la Convención fue la ausencia de diálogo y en mesas más reducidas es más fácil generar confianzas”.

Claro está que en el mecanismo aún no hay algún acuerdo. De hecho, en este aspecto es en el que más falta trabajar, ya que hay diversas posturas -y no necesariamente muy cercanas entre ellas-.

Incluso, así lo reconoció el mismo Raúl Soto (quien renunció a la presidencia de la Cámara Baja y fue aprobada, pero sigue en sus funciones hasta el 7 de noviembre). El pasado 17 de octubre sostuvo que “no hay ningún acuerdo, hay una propuesta del oficialismo de 134 convencionales para un órgano electo, Chile Vamos señala que debe ser un órgano mucho más acotado, más cercano a los 50. Hay también distintas posiciones sobre el rol de los expertos, para algunos deben acompañar y para otros deben ser incidentes”.

De no llegar a un consenso en la materia, hay quienes han propuesto recurrir a un Plebiscito de entrada. Tal es el caso del Partido de la Gente (PDG) que pidió recurrir a ello oficialmente.

Ahora, en la lógica de que la idea no termina por convencer a todos los partidos, pero tampoco desaparece, están las declaraciones del diputado Diego Ibáñez (CS) quien sostuvo hace algunos días que “si es que no hay un acuerdo en términos del mecanismo lamentablemente esto no puede continuar avanzando. Y si se quiere reconocer a una comisión mixta, eso significa preguntarle a la gente y un Plebiscito respecto a los mecanismos”.

Fuente: Emol

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