Tras el grave accidente ocurrido el pasado 20 de septiembre en Copiapó, que involucró a un bus de pasajeros de la empresa Norte Azul y que dejó un saldo de tres personas fallecidas y decenas de lesionados, se ha iniciado una investigación para esclarecer las condiciones en las que se realizó el viaje.
El hecho llamó la atención de las autoridades, ya que el bus trasladaba a 60 personas, todas de nacionalidad extranjera, y no contaba con el listado oficial de pasajeros exigido por ley. A la fecha, algunas de las víctimas fatales aún no han podido ser identificadas, ya que no portaban documentación.
El fiscal jefe (s) de Copiapó, Luis Miranda Flores, informó que se abrió una investigación de oficio para determinar todos los antecedentes relacionados con el viaje: su origen, la contratación del servicio, los costos de los pasajes, la situación migratoria de los ocupantes y cualquier otro aspecto que permita establecer la legalidad del traslado.
El bus siniestrado se dirigía desde Iquique a Santiago, y su volcamiento ocurrió en las cercanías de la capital regional de Atacama.
Las diligencias están siendo llevadas a cabo por la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Bitrap) de la PDI, con el fin de establecer si existieron irregularidades que pudieran constituir un delito, así como posibles responsabilidades penales. Por ahora, el desarrollo de la investigación se mantiene bajo reserva.