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¿Aumentará la participación electoral? Expertos anticipan que factor generacional y “polarización” podrían incidir este domingo

Para entender los resultados de este fin de semana habrá que poner atención a si los adultos mayores regresan a las urnas y si las diferencias entre los candidatos que lideran las encuestas movilizarán a más gente a votar.

Los nombres que se impongan en las elecciones de este domingo no serán lo único importante que mirar: las cifras de participación electoral también son un dato relevante al que prestar atención para entender los resultados.

La pregunta es si las altas cifras de vacunación y las características de esta competencia, que desde un sector han catalogado como “la más importante en los últimos 20 años”, podrían impulsar un aumento en el porcentaje de la ciudadanía que acude a las urnas.

No obstante, los expertos miran con cautela el escenario y no se atreven a proyectar un gran cambio para los comicios de este domingo. Los números de la última década son decidores: para las recientes elecciones de mayo votó un 43% del padrón, mientras que en el Plebiscito de octubre 2020 la cifra escaló hasta el 50,96%. Sin embargo, en la última elección presidencial solo el 46,6% de los votantes habilitados acudió a las urnas y un 48,97% lo hizo para la segunda vuelta.

“Es cierto que son elecciones presidenciales y son las más relevantes y que además hay una alta competencia, no hay un ganador o ganadora que aparezca como segura. Todo eso debería estimular mayor participación, sin embargo, no se cambió nada. Sin cambiar nada es difícil pretender que cambie la participación”, opina Julieta Suárez-Cao, profesora del Instituto de Ciencia Política UC y coordinadora de la Red de Politólogas.

Suárez-Cao hace referencia a que, a pesar de que en el último año se discutió con intensidad la posibilidad del regreso del voto obligatorio e incluso del voto anticipado, ninguna de esas reformas vio la luz. La única iniciativa aprobada que buscaba aumentar la participación tiene relación con la posibilidad del Servel de asignar locales de votación cercanos a los domicilios de las personas, lo que no entró en vigencia para estas elecciones.

Tampoco el número de votantes iría a la baja este domingo. “No hay señales de una abstención más allá de lo normal, que es un 45% o 50%, eso es muy importante, por lo tanto estaríamos en un escenario aproximado de 6,8 millones o 7 millones y tanto, lo normal”, proyecta el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callis.

“Sin duda para la democracia una alta participación es mejor que una baja. Que la gente vote da legitimidad al proceso. Por el contrario, si vota poca gente abre más espacio para que el próximo gobierno, si no hace un buen gobierno, pierda apoyo popular de manera más rápida“, suma la académica del Instituto de Asuntos Públicos y doctora en Ciencia Política, Mireya Dávila.

Los factores que aparecen que podrían influir en la participación de este fin de semana son la “polarización” de la elección y el factor generacional, según explican los consultados.

El factor generacional

Callis recuerda que en la segunda vuelta de 2017, la derecha y centroderecha movilizaron 1,4 millones de personas que no votaron en primera vuelta, y que en el plebiscito, la centroizquierda e izquierda hizo lo mismo, pero con los jóvenes.

“Estamos en una verdadera confrontación generacional, diría que esa es la esencia de esta elección, es una esencia que tiene que ver con lo generacional en un contexto de incertidumbre”, asegura Callis.

Así, lo que indican los académicos es que lo importante de la participación será la composición del porcentaje y las edades de los votantes. En las últimas elecciones, los adultos mayores fueron uno de los sectores que mayor abstención tuvo. Con las altas cifras de vacunación, el escenario podría ser distinto.

“Lo importante es convocar a todo el mundo que vaya a votar y especialmente a los adultos mayores, que para el Plebiscito y en mayo han estado más retirados, quizás por el susto de la pandemia”, dijo el presidente del Servel, Andrés Tagle, en EmolTV.

“Si se produce un incremento significativo en la participación de los segmentos etarios más añosos, que en el último plebiscito por ejemplo votaron cerca de un 38% y venían votando a tasas cercanas al 60%, las candidaturas más favorecidas debiesen ser teóricamente las de José Antonio Kast y las de Yasna Provoste”, explica el académico de la U. de Talca y doctor en Ciencia Política, Mauricio Morales.

En cambio, siguiendo ese mismo análisis, “si los jóvenes participan de manera muy masiva, entonces eso debiese beneficiar las candidaturas de Gabriel Boric y Sebastián Sichel”, agrega Morales.

La polarización

Otro de los elementos que podría influir en el nivel de participación es la llamada “polarización” de estos comicios, en el sentido de que justo las candidaturas mejor posicionadas en las encuestas, como la de Kast o la de Boric, no se asocian al centro político.

“En general la polarización es negativa en todos los sentidos posibles. Limita el espacio posible de los acuerdos. En este caso podría aumentar la votación del candidato de la extrema derecha, José Antonio Kast”, opina Dávila.

Morales coincide con que el factor podría animar a una mayor concurrencia a las urnas, pues a su juicio existe polarización doble: intrabloque, Provoste-Boric y Sichel-Kast, e interbloque, Boric-Kast.

“A diferencia de lo que pasaba en otros años, hay alternativas que son muy distintas, que no es lo mismo que gane uno o que gane el otro, y todo eso debería incentivar la participación. Ahora, la nota más pesimista sería que venimos de décadas de baja participación. Esto tiene una inercia enorme”, concluye Suárez-Cao.

Fuente: Emol.com

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