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Al menos 80 detenidos y un arma decomisada a manifestante marcan intensa jornada de protestas indígenas en Ecuador

La Policía Nacional de Ecuador reportó que el número de detenidos por las protestas contra el Gobierno ha ascendido a 80 tras los últimos disturbios ocurridos este martes en el centro de Quito, donde fue decomisada un arma de fuego a uno de los manifestantes.

Así lo aseguró en rueda de prensa el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, al hacer un balance de los nueve días de protestas por la carestía de la vida, una movilización convocada inicialmente por el movimiento indígena pero a la que después se le han sumado más sectores sociales como estudiantes y sindicatos.

La cifra de 80 detenidos es ligeramente inferior a los 86 mencionados el lunes por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, que también denunció la existencia de 61 manifestantes heridos, de ellos 18 de gravedad.

Salinas, por su parte, indicó que la cifra de policías heridos se ha elevado a 80, mientras que los militares lesionados son 21, de ellos una decena la pasada semana al tratar de defender unas instalaciones petroleras que pretendían ser tomadas por un grupo de manifestantes en la Amazonía.

Asimismo, el comandante general de la Policía habló de “27 policías secuestrados” en distintos episodios de retenciones temporales de agentes a cargo de manifestantes, quienes los suelen dejar marchar a las pocas horas.

En cuanto a daños materiales existen 23 vehículos de Policía con desperfectos, entre ellos dos “destruidos por completo por incineración”, según Salinas.

Daños a la Fiscalía

El máximo mando de la Policía ecuatoriana consideró que entre los manifestantes hay un grupo que pretende realizar “alguna acción incendiaria” contra instalaciones públicas, como en la ola de protestas de octubre de 2019, cuando fue incendiada la Contraloría.

Así Salinas explicó el ataque perpetrado esta mañana a la sede central de la Fiscalía por parte de “personas que querían dañar expedientes sobre corrupción y algunos casos de delincuencia organizada”.

La Policía logró expulsar a los manifestantes que habían ingresado al edificio, pero estos acudieron acto seguido a la sede de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), donde también lograron ingresar tras romper la puerta principal, según reportó esa cada de estudios.

“Algunos de los manifestantes están actuando de forma violenta y utilizando algunos medios que pueden causar daños a la integridad de las personas, como armas punzantes, gasolina y diésel”, afirmó Salinas.

Alcalde de Quito advierte que quedan tres días de alimentos en la capital

El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, aseguró el martes que a la ciudad le quedan alimentos en los mercados para tres o cuatro días y advirtió que está cerca de una situación crítica a nivel sanitario porque no se ha podido recoger la basura debido a las violentas protestas.

En una entrevista con The Associated Press, Guarderas manifestó que “es dramática la situación” y aseveró que los mercados “están quedando desabastecidos por el cierre de carreteras y porque los vehículos que traen los productos no han podido pasar, pero además en las protestas hay grupos violentos que recorren los mercados obligándoles a cerrar sus instalaciones, donde queda alguna reserva de alimentos“.

Dijo que otro de los temas de preocupación para la alcaldía es que “los carros recolectores de basura no pueden circular y la basura comienza a acumularse en distintos sectores, (lo que) podría generar una emergencia sanitaria porque no se pueden recoger unas 2.000 toneladas (de basura) diarias”.

Destacó que a pesar de los pedidos, los manifestantes no han accedido a que los carros recolectores y la maquinaria puedan trabajar al menos durante las noches.

“He pedido ayuda a la policía y el ejército nacional para que intervengan, porque Quito ha sido declarada zona de seguridad, pero se mantienen los excesos de violencia y vandalismo de los manifestantes”, expresó el alcalde, que aseguró que la ciudad se encuentra virtualmente paralizada.

Convocó tanto al gobierno como a los dirigentes indígenas y sociales a un diálogo para llegar a consensos y restaurar la paz y la unidad nacional, y expresó que “si es del caso las instalaciones del municipio están a la orden para instalar las mesas de diálogo. No sólo promovamos el diálogo, sino instalemos el diálogo con ambas partes”, subrayó.

Afirmó que es necesario buscar una salida pacífica urgente porque “la escalada de violencia en poco tiempo se duplica o se triplica y realmente es una situación que causa una gran incertidumbre”.

Añadió que reconoce el derecho a la protesta, “pero siempre que esta sea respetuosa de los derechos y libertades de las personas y sobre todo que se respete la propiedad privada. Rechazamos estos actos de vandalismo que pone en riesgo la vida, la seguridad y el orden democráticos”.

Fuente: Emol.com

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