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Accidente fatal en Scotter obliga a Francia a tomar serias medidas sobre su uso

Desde hace algún tiempo que Francia, y específicamente París, le había declarado la guerra a los scooters eléctricos, un nuevo medio de transporte ecológico que toma cada vez más fuerza en el mundo, sin embargo tras el primer accidente fatal obligó al país europeo a tomar serias medidas.

Los “monopatines” eléctricos de alquiler aparecieron hace un año en París y desde entonces están en todas las calles, en todas las aceras, y el entusiasmo por estos vehículos asociados a la infancia durante mucho tiempo no tiende a desaparecer. Pero cada vez se suman más voces para denunciar su peligro y su uso anárquico.

Este miércoles un joven de 25 años falleció tras ser embestido por una camioneta, lo que volvió a poner en la palestra el problema.

Más de una decena de empresas de alquiler operan en París, y la flota de monopatines eléctricos, que actualmente se estima en 15.000, podría llegar a 40.000 para fines de año.

En sus seis primeros meses de servicio, Lime, que considera que “París es uno de los mercados más grandes de monopatines de alquiler en el mundo”, estima el número de rentas diarias en 30.000 y en más de dos millones el número de trayectos efectuados con su flota.

“Es fácil, es libertad”, afirma Yosra Haj Jabid, una joven tunecina italiana que llegó recientemente a París y que suele desplazarse a diario en monopatín, más que en transporte público común.

“Rápido, fácil y divertido, menos caro que un Uber”, defendió una pareja de turistas ingleses, John y Lizzy, que recorrían el barrio de la Tour Eiffel sobre estas plataformas metálicas a batería.

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Sin embargo esto no es del agrado de todos, por lo que el municipio determinó que a partir de julio quedará prohibido estacionarlos en la vereda y la velocidad será limitada a 20 kilómetros por hora en la mayoría de la capital y sólo a 8 kilómetro en el caso de ir de las zonas peatonales. Tampoco podrán ser usados dentro de parques o jardines.

“Necesitamos un nuevo orden y reglas que garanticen la seguridad y calma en las calles”, dijo Anne Hidalgo, alcaldesa de la capital francesa. Además la autoridad manifestó su deseo de limitar a tres los operadores de este transporte para disminuir el número de ellos en las calles.

Los detractores de los scooters eléctricos argumentan que el supuesto beneficio ecológico se cae con el litio que emplean sus baterías y por la vida útil de estas máquinas, estimada en solo 28 días, según un estudio reciente realizado en Estados Unidos.

“Esta gente hace como si estuvieran solo ellos. Toman riesgos, van esquivando peatones, estacionan sus aparatos en cualquier lugar. ¿Dónde está el civismo?”, se pregunta indignado Yves Goupil, almirante jubilado de 88 años que todos los días camina a orillas del Sena entre los puentes Alma y Pont-Neuf, corazón turístico de la ciudad.

“¡Incluso los botan en el Sena!”, afirmó.

“Es hiper peligroso, van súper rápido. Hay demasiados y en todas partes”, se quejó una mujer al preguntarle al respecto.

Frente a los peligros y a la utilización anárquica de los monopatines,el Consejo de París adoptó el mes pasado varias medidas de regulación: multa de 135 euros por circular en las aceras, 35 euros por dejarlo estacionado en cualquier sitio y a partir de septiembre introducirán un decreto para terminar “con la ley de la selva”, según las palabras de la ministra de Transporte Elisabeth Borne.

 

Fuente: 24horas.cl

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