Anticiparse es clave para disfrutar de las Fiestas Patrias sin estrés ni gastos extra de último minuto. Comprar con tiempo, elegir bien los cortes y congelar correctamente asegura una celebración sabrosa y libre de preocupaciones.
Con las Fiestas Patrias a la vuelta de la esquina, la planificación se convierte en la mejor aliada para preparar un asado abundante y bien organizado. Y es que comprar con anticipación no solo permite acceder a mejores precios y diversidad de productos, sino también evitar las largas filas y la escasez típica de la semana previa.
Por este motivo, los expertos de Doña Carne recomiendan comenzar a programarse al menos dos semanas antes de las fiestas. “Las carnicerías de barrio y mercados mayoristas con alta rotación tienen la ventaja de ofrecer cortes frescos, variedad y precios más convenientes”, señala Álvaro Martínez, Gerente Comercial de la cadena de carnicerías. Además, sugieren llevar una lista clara y un presupuesto definido para minimizar compras impulsivas, así como aprovechar promociones por volumen que pueden dividirse con familiares o amigos.
Entre los productos que conviene adquirir con tiempo, Martínez destaca las carnes para la parrilla —como asado de tira, entraña, lomo liso, trutros de pollo y cortes de cerdo como costillar o pulpa—, además de longanizas, chorizos y butifarras, que pueden congelarse para mantener su frescura y así evitar quedarse sin stock a último momento.
Para que todo llegue en perfecto estado al asador, el secreto está en la correcta manipulación y congelado. En el caso de las carnes, se recomienda porcionar antes de guardar, envolver primero en film plástico y luego en bolsa hermética, y congelar lo antes posible tras la compra. Siempre es importante etiquetar con la fecha y el tipo de corte. Los embutidos pueden congelarse en su envase original si están al vacío o, si son a granel, en paquetes de 4 a 6 unidades bien envueltos.
En cuanto a los tiempos seguros de conservación, Álvaro Martínez explica que “la carne de vacuno puede mantenerse hasta 6 meses en congelador, el pollo entre 3 y 4 meses, el cerdo hasta 4 meses, y las longanizas, chorizos o butifarras frescas entre 2 y 3 meses”, agregando que “el descongelado también requiere cuidados: lo más seguro es pasar la carne del congelador al refrigerador con 24 horas de anticipación, no a temperatura ambiente”.
Un consejo extra de los especialistas de Doña Carne es elaborar un “mapa” del congelador, es decir, un registro o esquema de dónde está guardado cada producto. Esto permite localizar los alimentos de forma rápida, reducir l tiempo con la puerta abierta y evitar que algunos cortes queden olvidados hasta perder su calidad.
Quienes deseen planificar desde ya sus compras, pueden encontrar una gran variedad de cortes y embutidos en los locales de Doña Carne en Santiago, Valparaíso y el Maule, o bien, pedir online con despacho a domicilio dentro de la Región Metropolitana. También se encuentran disponibles los locales mayoristas para quienes buscan hacer compras organizadas con familiares o amigos.
FUENTE: AGENCIA