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Inversión retomaría impulso en 2026 de la mano del sector privado

Luego de dos ejercicios consecutivos de contracción, la inversión en Chile comenzaría a mostrar señales claras de recuperación a partir de 2026, impulsada principalmente por el dinamismo del sector privado. Tanto el Banco Central como las proyecciones del mercado coinciden en un escenario de mayor actividad, con la minería y la energía concentrando los mayores montos comprometidos.

De acuerdo con el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, el instituto emisor estima que la formación bruta de capital fijo (FBCF) crecerá un 4,9% en 2026, mientras que las proyecciones privadas sitúan el aumento en torno al 4%. Este repunte se produciría tras las caídas registradas en 2023 y 2024, consolidando una fase de reactivación gradual de la inversión.

En el corto plazo, el Banco Central anticipa que la inversión cerrará 2025 con un crecimiento de 7%, explicado principalmente por la reposición del gasto en maquinaria y equipos. Este desempeño reflejaría un cambio de tendencia luego del período de ajuste, según consignó Diario Financiero.

Las cifras de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) refuerzan este escenario. Para 2026, el catastro del organismo proyecta la ejecución de US$ 3.847 millones en obras estatales, concentradas mayoritariamente en infraestructura pública, minería y energía. No obstante, el principal motor del crecimiento provendría de la inversión privada, que alcanzaría US$ 17.070 millones.

Minería y energía concentran la mayor inversión

Del total de la inversión privada estimada para 2026, US$ 6.292 millones corresponden a proyectos mineros y US$ 5.533 millones al sector energético, áreas que lideran la cartera de iniciativas con cronogramas definidos. Además, el 53% de estos recursos tendría origen extranjero, superando el nivel observado durante 2025.

En el caso específico de la minería, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) proyecta inversiones por US$ 8.531 millones en proyectos de cobre y US$ 411 millones en otros minerales durante 2026. Sin embargo, desde la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) advierten que el próximo año podría configurarse como un período de transición, debido al cierre de proyectos actualmente en ejecución y a las dificultades para destrabar nuevas iniciativas.

Desde los gremios del sector coinciden en que la materialización de estas proyecciones dependerá en gran medida de las señales que entregue el próximo Gobierno. Factores como la agilización de permisos, la certeza regulatoria y una mayor coordinación del Estado serán determinantes para que la cartera anunciada se transforme efectivamente en inversión durante los próximos años.

FUENTE: NUEVA MINERIA Y ENERGIA

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