Esa situación puede agravar aún más ahora que comenzaron las vacaciones en gran parte del país, ya que especialistas advierten que la falta de rutinas y sobreestimulación digital pueden generar impactos no deseados en el bienestar infantil.
Un reciente estudio internacional concluyó que los niños y adolescentes que pasan cuatro horas o más al día frente a la pantalla presentan mayores riesgos de ansiedad, depresión, problemas de conducta y síntomas compatibles con TDAH.
Esa situación puede agravar aún más ahora que comenzaron las vacaciones en gran parte del país, ya que especialistas advierten que la falta de rutinas y sobreestimulación digital pueden generar impactos no deseados en el bienestar infantil.
En esa línea, la plataforma educativa Libbre, iniciativa del Faro UDD, estrenó una cápsula dirigida a niñas y niños para enseñarles, con lenguaje simple y ejemplos cotidianos, cómo equilibrar diversión, descanso y autocuidado durante el verano.
El contenido aborda el fenómeno frecuente respecto a que la ansiedad por “querer hacerlo todo” se intensifica cuando desaparecen los horarios escolares y se multiplican las actividades recreativas.
Tiempo sin pantalla: las 3 claves para un descanso saludable
Desde la plataforma educativa dan tres recomendaciones prácticas para niñas, niños y sus familias, con el fin de disminuir el uso de las pantallas y así evitar que incremente las consecuencias que esto puede generar.
- Mantener la relación entre actividad y descanso.
La plataforma apunta a una regla simple: si juegas mucho, descansa mucho. Así, el llamado es a si realizas variadas actividades, también tener un descanso prolongado para no disminuir el rendimiento.
- Conservar ciertos hábitos básicos durante el verano:
En la plataforma recomiendan emplear horarios estables de comida, sueño y pausas de relajación, lo que ayuda a disminuir la ansiedad y a regular la energía diaria, incluso cuando las vacaciones ofrecen mayor libertad.
- Diversificar actividades para promover bienestar emocional:
El análisis propone cinco experiencias que fortalecen habilidades socioemocionales y así disminuir el uso de la pantalla. Algunos ejemplos son:
- Contacto con la naturaleza para reducir estrés.
- Manualidades o cocina para estimular la creatividad.
- Juegos de mesa para fomentar trabajo en equipo y estrategias.
- Más lectura y menos pantalla, considerando la evidencia sobre exposición excesiva.
- Participación en tareas domésticas para favorecer autonomía y responsabilidad.
Fuente: T13
