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Así opera la venta de billetes falsos en redes sociales y sus descarados consejos de uso: “Usar dos meses como máximo, después se destine”

En Instagram circulan perfiles que se autodenominan “proveedores de dinero premium”, quienes incluso detallan consejos de uso: “Usar el billete dos meses como máximo, después se destine”.

En nuestro país, portar un billete falso puede convertirse en un problema serio, incluso si se recibió sin saberlo. Carabineros advierte que toda persona que detecte uno debe denunciar el hecho de inmediato, ya que los antecedentes permiten rastrear a quienes están detrás del delito.

La recomendación cobra fuerza justo cuando surge un fenómeno insólito: la venta de billetes falsos a través de redes sociales conocidos como “billetes 5G”. En Instagram circulan perfiles que se autodenominan “proveedores de dinero premium”, ofreciendo fajos de efectivo a precios de oportunidad. Los anuncios, escritos en tono informal y acompañados de emojis, promocionan ofertas, por decirlo menos, llamativas. Uno de ellos detalla: “20 mil x 90 mil. 60 mil x 310 mil, oferta”.

En otras palabras, por $20.000 reales se podían adquirir $90.000 falsos, y por $60.000, más de $300.000 en billetes adulterados. Incluso se incluyen consejos de uso: “Usar el billete dos meses como máximo, después se destine. No mojar el billete, se puede desteñir y pierde su tono real”.

Estos billetes falsos, sin embargo, distan mucho de los antiguos intentos caseros. Hoy son productos digitales de alta calidad, con textura, hologramas y sellos de agua pirateados, lo que los hace difíciles de identificar a simple vista.

Cómo diferenciar billetes auténticos de los falsos

Ante el incremento de casos y las réplicas cada vez más detalladas, expertos recomiendan aplicar la técnica MIT (Mirar, Inclinar y Tocar), una técnica sencilla basada en observar las características de seguridad que todo billete auténtico posee. Reconocerlas requiere familiarizarse con sus particularidades táctiles, su nitidez y los efectos ópticos y de fluorescencia que las distinguen.

Al mirar el billete, debe poner atención en las siguientes características:

Marca de agua: Debe observarse a contraluz. A simple vista se aprecia como un sector blanco, pero al trasluz aparece una imagen en blanco y negro del personaje central, junto al valor en número y texto. Este elemento debe coincidir con la denominación del billete y es visible en ambos lados.

Ventana transparente: Propia de los billetes de polímero, permite observar la transparencia y el retrato del personaje principal. Al tacto, su superficie debe sentirse lisa, sin relieves.

Hilo de seguridad: A contraluz, se aprecia una franja que atraviesa el billete de manera transversal. En los billetes de $1.000, $2.000 y $5.000 contiene texto con la denominación; en los de $10.000 y $20.000, está completamente inserta entre las fibras del papel de algodón.

Motivo coincidente: Ubicado bajo la marca de agua o ventana, muestra figuras incompletas a simple vista, pero al mirar a contraluz, encajan perfectamente para formar el número de la denominación, como un rompecabezas.

Microtexto: Los billetes incluyen microimpresiones con leyendas diminutas, visibles con lupa. Este elemento refuerza la autenticidad y es útil para confirmar dudas tras aplicar el MIT.

Número de serie: Cada billete tiene un número único en dos sectores del reverso, superior izquierdo y lateral derecho, formado por dos letras y ocho cifras idénticas.

Al inclinar el billete, debe poner atención en las siguientes características:

Antú (para billetes de polímero): Al inclinar los billetes de menor denominación, se percibe un cambio de color. $1.000: de verde a dorado, $2.000: de morado a dorado y $5.000: de rosado a dorado.

Al tocar el billete, debe poner atención en las siguientes características:

Impresión en relieve: Al pasar los dedos por el anverso del billete, se percibe un relieve en áreas específicas: el retrato, el texto “Banco Central de Chile”, los números de denominación, los bordes y la marca táctil para personas con discapacidad visual. Este efecto se logra mediante la técnica calcográfica, imposible de imitar con impresoras domésticas.

Material: Los billetes de $10.000 y $20.000 están fabricados en papel de algodón, resistente y ligeramente áspero. Los de $1.000, $2.000 y $5.000 son de polímero, una lámina plástica suave y flexible. Ambos materiales son exclusivos para la fabricación de dinero, por lo que su textura es una pista clave.

Franja 3D: Este hilo de seguridad parcialmente visible genera un efecto de movimiento al inclinar el billete. A contraluz, se observa la franja completa; luego, al moverlo vertical y horizontalmente, los símbolos Antú dentro de la franja parecen moverse en sentido contrario, una característica imposible de replicar con impresiones comunes.

Efecto óptico variable: Presente en el número inferior del reverso de los billetes de $10.000 y $20.000. Al inclinarlo, el color cambia de verde oscuro a cobrizo en el billete de $20.000 y de verde a azul en el de $10.000.

Como apoyo adicional, se puede usar una lámpara de luz ultravioleta. Bajo esta luz, el número de la denominación se observa en tonos rojo y amarillo, visibles tanto en el anverso como en el reverso. Sin embargo, Carabineros advierte que no debe confiarse únicamente en este método, y recomienda siempre complementar con la observación del resto de las características del método MIT.

Fuente: T13

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