Expertos aseguran que siempre existe un grupo de votantes que no expresa realmente su preferencia, lo que sumado a los cambios de opción presidencial, mantienen la expectativa en torno a la definición de 16 de noviembre.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias se realizarán en una semana y contarán con sufragio obligatorio. Este escenario ha marcado que la tendencia en las encuestas -hasta antes de la veda- mostraran un alto porcentaje de indecisos y cambios en el tablero electoral.
Si bien Jeannette Jara (PC) y José Antonio Kast (REP) se han mantenido en los primeros lugares de preferencia, el tercer lugar fue oscilando entre Evelyn Mattjhei (UDI), y especialmente en los últimos sondeos publicables, con Johannes Kaiser (PNL).
En cuanto a la intención de voto, la última encuesta Cadem mostró que un 9% señala que “no votaría o no sabe/no responde” sobre su opción presidencial, mientras que Panel Ciudadano mostró que 5% no sabe por quién votará y 4% no votaría por ningún candidato, pero ese sondeo también mostró que uno de cada cuatro encuestados cambió de candidato presencial en las últimas dos semanas.
El sondeo de Criteria, en tanto, muestra que un 7% votará nulo o blanco; y la encuesta CEP entregó otros datos relevantes: un 16% dijo estar “nada interesado” en la elección presidencial; un 21% no respondió o no sabe quién le gustaría que fuera el próximo presidente o presidenta; un 12% dijo que votaría nulo o blanco, y un 9% que no votaría.
Los votantes obligados, y la gran mayoría de ciudadanos “menos politizados” que concurrirán a las urnas, podrían dar paso al fenómeno del “voto oculto”; esto es, materializar ese sufragio que no está reflejado en las encuestas.
En términos concretos, el voto oculto no es necesariamente el indeciso -aunque pudieran habitar personas en este grupo-, sino que apunta a quienes dicen que votarán por algún candidato en concreto, pero que en realidad, podrían apostar por una opción “moderada”. Ahí, el nombre de Evelyn Matthei surge como clave, puesto que es la candidata de la derecha que justamente ha buscando mantenerse en esa línea.
¿Cómo se podría comportar el voto oculto en esta elección? ¿A quién beneficiaría? En conversación con Emol, expertos electorales proyectan los efectos de este fenómeno.
¿Voto oculto o volatilidad?
Miguel Ángel Fernández, analista político de la UDD, señala que “es usual” que semanas antes de una elección se comience a especular con posibles fenómenos electorales, entre ellos el voto estrategia, la espiral del silencio, voto ganador, etc.
“Por lo general, siempre existe un porcentaje menor de ciudadanos que para evitar conflicto o rencillas políticas, no declaran abiertamente su preferencia a amigos y conocidos. Esto puede estar afectado por presiones del momento, sentimientos de inseguridad y de percibir que son parte de una minoría”, comenta respecto al voto oculto.
Pero a su juicio, lo que hoy predomina es la “volatilidad” de los encuestados en medio de la campaña.
En esa línea, precisa que “lo realmente interesante es la alta indecisión que las encuestas muestran en las últimas semanas. Siguiendo a Panel Ciudadano-UDD un 25% de los votantes ha cambiado su preferencia en las últimas dos semanas, fenómeno que afecta en mayor proporción a los candidatos de la oposición que a Jeannette Jara; eso simboliza no un ‘voto oculto’, sino más bien que la competencia está viva y que puede decantar aún en cambios significativos en las próximas semanas”.
“Así, una sorpresa en la noche de la elección debe interpretarse más como un efecto de la volatilidad que de un porcentaje de votantes que no hayan expresado públicamente su preferencia por angustia o presión”, subrayó.
“La última esperanza de Matthei”
Ahora bien, en el escenario de que sí se produzca el voto oculto, Mauricio Morales, analista político de la U. de Talca, es tajante: “el voto oculto es la última esperanza de Matthei, es decir, que haya electores de centroizquierda que ocultan su preferencia, pero que en la cámara secreta la apoyarían. No es algo que podamos descartar, aunque las cifras indican que dicho voto de centroizquierda ya está con Matthei”.
Morales plantea que lo que debiese hacer la candidata, en lugar de especular sobre este voto oculto, “es abordar a los segmentos urbano-populares de la capital. Ahí está su gran debilidad y, lamentablemente para ella, es en estas zonas en que se decide la elección”.
“El apretón final de la campaña, entonces, se tendría que focalizar en estos estratos, aprovechando, además, los debates para instalar un mensaje concreto a personas despolitizadas y desafectas que miran con cierta distancia a las candidaturas presidenciales”, comenta.
Por su parte, Eolo Díaz-Tendero, Director del Observatorio Regional de la Universidad de O’Higgins, plantea una hipótesis en sentido opuesto, ya que ve difícil que el fenómeno del voto oculto se pueda relacionar con la opción Matthei.
“Esto, porque ese tipo de fenómeno se da cuando las opciones que se asocian al voto oculto tienen características difíciles de reconocer públicamente, como pueden ser opciones extremas o que plantean medidas controversiales o que pasan a llevar sentidos comunes ampliamente aceptados. Y no, claramente ese no es el caso de Matthei que está intentando instalarse en un en un eje de moderación”, comenta.
Aldo Cassinelli, director de la Escuela de Gobierno de la U. Autónoma, pone en perspectiva el escenario en torno a cuánto se aproxime la fecha de las elecciones.
En ese contexto, plantea que “en la medida en que se vaya acercando a la elección se vaya dando la posibilidad de que la gente entienda que son pocos los candidatos que tienen capacidad de gobernar, que tienen los equipos suficientes, o programas para llevar a cabo las transformaciones que se necesitan”.
“Ahí Matthei tiene todavía una posibilidad de salir adelante en la medida en que logre hacer entender a la gente, de demostrarle la potencialidad que tiene de sacar adelante un gobierno en los contenidos y en las demandas de la población. Ahí se puede pensar que hay un espacio de crecimiento para la candidata y que neutraliza a otro”, comenta.
Fuente: Emol




