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Salud masculina: el valor de prevenir

Hablar de salud sigue siendo un desafío para muchos hombres. Por pudor, desconocimiento o simples excusas, los controles médicos suelen postergarse. Pero cuando se trata del cáncer de próstata, esa demora puede ser decisiva: detectado a tiempo, tiene un 90% de posibilidades de curarse.

Este Mes Azul, dedicado a la salud masculina y prostática, es una oportunidad para derribar mitos y cambiar hábitos. Todavía persiste la idea de que consultar al médico es una muestra de debilidad o que los exámenes preventivos atentan contra la privacidad. En realidad, cuidarse también es una forma de fortaleza y de amor propio. La prevención no es un signo de fragilidad, sino de responsabilidad.

Según datos del grupo Interclínica, la toma del examen prostático se ha mantenido estable este año, con una leve baja respecto del anterior, lo que puede dar luces de que aún cuesta instalar la prevención como hábito masculino.

El control prostático es sencillo, rápido y puede salvar vidas. Incluye una evaluación médica y la medición del antígeno prostático específico, un examen que permite detectar alteraciones incluso antes de que aparezcan síntomas. Aun así, muchos hombres siguen esperando hasta sentir molestias, cuando la enfermedad ya puede estar avanzada.

Los avances médicos también han transformado los tratamientos. Las nuevas técnicas quirúrgicas, más precisas y menos invasivas, han reducido los riesgos y mejorado la recuperación, permitiendo volver pronto a la vida cotidiana.

El llamado es claro: hablar de salud masculina debe dejar de ser un tabú. A partir de los 50 años —y desde los 40 si hay antecedentes familiares—, el control anual debería ser parte natural del autocuidado. Cuidarse no resta masculinidad: la reafirma. Porque prevenir sigue siendo el gesto más valiente de todos.

Por Dr Juan Carlos Riera Urólogo, Los Carrera Interclinica

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