En pleno despliegue en terreno se encuentran por estos días los candidatos presidenciales, quienes han focalizado las visitas a regiones, zonas que se instalan como un eje clave de la campaña.
La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, y la abanderada de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, Evelyn Matthei, ya han avanzado en la tarea “por las regiones”, mientras que casi todo el resto de candidatos -excepto Marco Enríquez-Ominami- optaron por llegar hasta Antofagasta en esta semana, para luego continuar su gira por otros puntos del país.
No obstante, también será clave que las cartas presidenciales concentren sus esfuerzos en llegar a lugares que forman parte del Chile rural o “Chile profundo”; no sólo porque todo voto importa, sino porque en ellas existen características y problemáticas específicas.
Esa fórmula la aplicó el Presidente Gabriel Boric de cara a la segunda vuelta presidencial, en 2021. La idea era llegar a la mayor cantidad de regiones posibles, y desplegarse allí por comunas y barrios. Esto, considerando que por entonces, aún en su calidad de diputado, pese a no contar con goce de dieta parlamentaria, debía estar presente en votaciones de quórum calificado.
Boric puso el foco en el mundo rural, que no logró abarcar en primera vuelta. Uno de los puntos de partida fue la Región de O’Higgins, donde apostó por desarrollar una agenda principalmente enfocada en ese sector de la población. Así, surgieron materias como la vivienda rural, el agua potable rural y caminos. Era un desafío, puesto que el Frente Amplio tenía mayor penetración en las zonas urbanas, especialmente en la Región Metropolitana y de Valparaíso.
Por estos días, y en medio de la crisis de seguridad, las zonas rurales también se han enfrentado a fenómenos delictuales que hasta hace algunos años eran inéditos. En marzo, un estudio de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), señaló que un 78% de los agricultores ha sido víctima de robo y un 40% ha sido víctima de robos en 3 o más oportunidades. Además, se ha registrado un aumento del “mercado negro” de insumos agrícolas.
En tanto, zonas urbanas-rurales de la RM, han visto un cambio radical en la tranquilidad que las caracterizaba, a raíz del desarrollo de fiestas clandestinas o los llamados “parcelazos”; el hallazgo de cadáveres en zanjas y otras zonas baldías, o cómo los caminos -con escasa iluminación y comisarías a gran distancia- se convierten en las vías de delincuentes para escapar u ocultarse tras cometer robos u otros ilícitos.
Chile rural
Un total de 27 comunas del país son 100% rurales, de acuerdo al estudio “Estimaciones y proyecciones de población comunales urbano-rural, desagregadas por sexo y grupos quinquenales de edad para el período 2002-2035”, realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Las comunas 100% rurales son: Camiña, Colchane, Sierra Gorda, Ollagüe, Alto del Carmen, Paiguano , Río Hurtado, Juan Fernández, Navidad, Pumanque, Alto Biobío, Cochamó, Puqueldón, Lago Verde, O’Higgins, Tortel, Río Ibáñez, Laguna Blanca, Río Verde, San Gregorio, Antártica, Primavera, Timaukel, Torres del Paine, San Pedro -Región Metropolitana-, Camarones y General Lagos.
Cabe mencionar que las comunas 100% rurales están presentes en todas las regiones del país, a excepción de Maule, La Araucanía, Los Ríos y Ñuble.
Respecto a la evolución a nivel país, en 2002 había un 13,7% de población rural (2.150.200 habitantes) y 86,3% urbana (13.541.501); en 2021 alcanza a un 11,4% rural (2.247.649) y 88,6% urbana (17.430.714) y para 2035 se proyecta un 10,9% de población rural (2.306.146) y 89,1% urbana (18.831.623 habitantes).
Desde el INE señalaron que las nuevas cifras en esta materia serán reveladas en enero de 2026, junto a los resultados del último Censo de Población y Vivienda.
El voto del Chile profundo
Javiera Delgadillo, jefa de carrera de Administración Pública de la Universidad de O’Higgins (UOH), precisa que “si hacemos un zoom al voto rural en elecciones pasadas, vemos que las regiones con mayor participación rural se concentran en la zona central del país (Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins), mientras que las regiones con menores niveles de participación se sitúan en los extremos norte y sur (Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Los Lagos, Aysén y Magallanes)”, precisa la experta.
En esa línea, subraya que se vuelve necesario “‘desurbanizar’ el debate público, como lo han dicho ya organizaciones sociales. Reconocer y visibilizar las diversas problemáticas de las zonas rurales en la agenda pública significa no homogeneizar ni caricaturizar las zonas rurales de Chile, sino que responder con propuestas a las problemáticas de las 185 comunas consideradas rurales”.
Aldo Cassinelli, cientista político y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma de Chile, comenta que “por lo general, en las últimas elecciones ,y en especial las con voto obligatorio, han tenido una participación un tanto superior al promedio nacional ,y por lo tanto es otro elemento que es interesante de verificar”.
El experto sostiene que la “tendencia” de ese voto, es relativa por zona. “Uno podría establecer que en la zona sur el voto rural es más proclive hacia las tendencias de derecha. En términos de dispersión electoral, esto estaría más en la zona norte y en la zona extremo austral, Coyhaique y Magallanes. No así, el centro-sur, que también es mucho más conservadora en términos electorales”-
Asimismo, destaca otro elemento relevante: “el voto rural en las últimas elecciones ha sido mucho más afín a aquellos sectores que han validado o han realizado campaña a través de las tradiciones locales chilenas y ese elemento ha sido clave en su aprobación”, zanjó.
Por su parte, Carlos Muñoz, académico de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Universidad de Santiago, sostiene que la tendencia es “que hay una mirada más bien conservadora desde la perspectiva de voto; generalmente se ha planteado así, y se fijan más bien las características personales de los candidatos y por la cercanía que tienen con las miradas del mundo que se producen en las zonas rurales”.
Añade que, a diferencia de sectores rurales “de carácter empresarial”, donde podría haber una “tendencia más ideológica”, en el sector más amplio del mundo rural se concentraría más en temas relativos a la “calidad de vida”. Por lo tanto, esa mirada “conservadora”, dice el experto, estaría más bien relacionada a “mirar la preservación del ámbito de las personas en el desarrollo productivo y habitacional; ese voto está pensando en eso”.
De hecho, el experto dice que con ese escenario, candidatos con una mirada “muy extrema” estarían más bien en desventaja en el sector rural. “El ejemplo más claro es el caso en La Araucanía, donde supuestamente donde la situación relacionada con el pueblo mapuche, tendría que haber esa mirada y esa perspectiva, sin embargo, la mayoría del voto en esa región se orienta fundamentalmente a una mirada más centrada en términos de opciones políticas, porque aspiran a tener una perspectiva de desarrollo que no se vea amenazada por una mirada muy radical”.
Despliegue de candidatos
Respecto al despliegue que han tenido los candidatos presidenciales hasta ahora, Cassinelli comenta que en primer lugar, estos se encuentran con el escenario de que se trata de “zonas más dispersas, difíciles de llegar”.
“Aún así, la tecnología ha traído una importante solución a este problema; no debemos olvidar que gran parte de la población local tiene un teléfono en sus manos y por ahí le llega mucha información a través de redes sociales y es a través de ellas que se refuerzan las campañas locales”, precisa.
En tanto, agrega que “un elemento no menor y que me parece importante destacar, es que un 60% de las comunas en Chile tienen un peso electoral menor al 5% y eso hace que también sea complejo cuando se diseñan las campañas, sobre cómo llegar a esas comunas por parte de los candidatos, pues en términos electorales no son muy atractivas, pero cuando tienen una elección sobre todo de diputados con una cifra repartida, pueden hacer una diferencia o una cantidad de puntos superiores”, subrayó.
Fuente: Emol