Tras casi cinco años de tramitación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), el megaproyecto portuario Copiaport-E recibió este jueves la aprobación ambiental por parte del Comité de Evaluación Ambiental (Coeva) de Atacama, con una votación de 10 a 1.
Respaldado por la tribu norteamericana Chiricahua Apache, el proyecto se posiciona como uno de los desarrollos logísticos más ambiciosos del norte chileno, con un enfoque ecológico que marca un precedente en infraestructura portuaria.
Ubicado en la comuna de Copiapó, Copiaport-E fue originalmente concebido como Puerto Castilla por el empresario brasileño Eike Batista. Tras el fracaso de esa iniciativa, en 2019 fue adquirido por la tribu Chiricahua Apache, que rediseñó el proyecto eliminando la propuesta de una ciudad portuaria, descartando el dragado del lecho marino y aprovechando un rompeolas natural de ocho kilómetros con profundidades superiores a los 30 metros. Estas modificaciones buscan reducir el impacto ambiental y permitir la recepción de embarcaciones de gran tamaño, transformando al puerto en un nodo estratégico para la macrozona norte.
Con una inversión estimada de US$ 450 millones —de los cuales US$ 13 millones se destinaron a estudios ambientales adicionales— Copiaport-E contempla dos terminales principales: uno de Graneles Limpios, con capacidad para mover hasta 10 millones de toneladas anuales de productos como maíz, trigo y soya; y otro Multipropósito, orientado a contenedores (300.000 al año), carga general (150.000 toneladas) y fertilizantes. El diseño destaca por no requerir dragados ni implicar el desplazamiento de comunidades cercanas.
El proceso ambiental comenzó formalmente en 2020 con el ingreso del Estudio de Impacto Ambiental al SEIA. Durante la evaluación, la empresa respondió cientos de observaciones y presentó una adenda complementaria en octubre de 2023, lo que motivó una nueva etapa de participación ciudadana autorizada por el SEA Atacama en diciembre del mismo año. Además, entre marzo de 2024 y julio de 2025, el proyecto fue sometido a Consulta Indígena.
Con la aprobación ambiental obtenida en 2025, Copiaport-E queda habilitado para iniciar su fase de ejecución, estimada en dos años. Se proyecta una vida útil de 50 años para el puerto, tras lo cual se contempla un año adicional para el cierre de operaciones e infraestructura. El proyecto busca posicionarse como un eslabón clave en las rutas intercontinentales de materias primas, especialmente para embarcaciones que no pueden cruzar los canales de Panamá o Suez, ofreciendo una alternativa estratégica en la costa pacífica sudamericana.