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Fue goleador, fundó una academia y llegó a Estados Unidos: “El objetivo fue ayudar a los niños de mi pueblo”

El ex delantero nacional pasó por varios clubes de Chile y también actuó en Suecia y Bahrein. Hoy, se consolida como DT: “Ha sido un avance sin detención”.

Leonardo Olivera se retiró del fútbol en 2021, actuando por Cobreloa, tras 15 años de una carrera que incluso le permitió desempeñarse en Suecia y Bahrein. El ex delantero no se alejó de la actividad y, al poco tiempo, puso en marcha la ‘Academia Golden’ en su natal Curacaví. La iniciativa creció rápidamente, ya está consolidada y Olivera hoy se encuentra en una fase de internacionalización de su trayectoria como DT. Actualmente, permanece en Maryland, Estados Unidos.

“Cuando partimos con el proyecto, el objetivo siempre fue ayudar a los niños de mi pueblo en cuanto a la culturalización a través del fútbol y de la competencia. Curacaví es un pueblo donde hay muy buenos jugadores, pero el último profesional de la zona fui yo y soy del año 1987. Han pasado muchos años y no ha habido nadie más”, contó Olivera a AS.

“Como yo viví muchos años afuera, el proyecto tenía una mirada un poco distinta. Desde un principio quise expandirme, llevar a los niños de mi pueblo a otros lugares, a conocer el mundo y ampliar la visión de la vida. Hemos ido quemando etapas y cumpliendo fases de acuerdo con esos objetivos”, agregó el ex atacante de Temuco, Magallanes y Curicó, entre otros equipos.

Olivera precisó también que “nos encontramos acá en Maryland por una alianza con la ‘Academia Glen Burnie’, y también abriéndonos espacio en Europa. Este año pude visitar Suiza, le presenté el proyecto a un club de allá, el Perly-Certoux, sobre la base de la metodología que creé yo para la formación. Todo lo que ha transcurrido a través del tiempo ha sido un avance sin detención. Ya tenemos 14 niños en cadetes y hemos podido poner jugadores en el torneo de la ANFP. Hay niños en Colo Colo, la U y en (Santiago) Wanderers”.

– ¿Ha sido importante la vivencia en Estados Unidos?

– Claro, ahora en Maryland estoy haciendo clases en la academia con lo que tenemos una importante alianza. El proyecto es individual y colectivo. Quiero desarrollarme como profesor e implementar una metodología, y en lo grupal buscamos hacer intercambios.

– ¿Cómo marcha todo por allá?

– Estamos haciendo clínicas de verano, preparando a los niños para los torneos importantes que hay en la zona. Estoy yo, Max Urban, Cristian Fernández y el filmmaker, que somos del staff de la academia en Curacaví. La idea de esto apunta a traspasar la idea que nosotros tenemos de la formación y ha tenido éxito acá.

– ¿Es una realidad diferente y con cosas distintas a lo que pasa acá en Curacaví, por ejemplo?

– Mira, yo viajé por primera vez hace dos años. Tengo a mi hermano que vive acá en la zona hace muchos años e hice un estudio de mercado. Me di cuenta de que el sistema que tienen los americanos no es como nosotros vemos el fútbol a nivel formativo. Acá está canalizado hacia el estudio, para conseguir becas universitarias.

– Son otros objetivos…

– Nosotros tenemos sólo el camino de llegar a ser futbolistas profesionales, lo que es muy difícil en nuestro país. Por ende, el contexto de la competencia interna y de la competencia general es más feroz en Latinoamérica. Solamente llega uno o dos al fútbol profesional y todos compiten por ese cupo.

– Sin embargo, la MLS ha ido creciendo y ahora está Lionel Messi en el Inter Miami…

– En el fútbol profesional es parecido, pero en los otros niveles los chicos tienen muchas más posibilidades. Pueden estudiar, participar de distintos programas escolares que les permiten tener beneficios personales a través del fútbol. Esto te da una amplitud en cuanto a las oportunidades y herramientas que ellos tienen. Por eso, hay muchos canales de formación, pero no son como los que nosotros tenemos. Yo traje mi metodología de allá y ha tenido un buen impacto en la zona.

– Es otro tipo de vida por allá…

– Ha sido una experiencia espectacular. Como jugué fuera de Chile, me he podido manejar con el idioma y se me hace un poco más fácil. La experiencia de estar afuera, trabajando con otra cultura y con otros hábitos, sigue siendo enriquecedor para mí y para quienes somos parte del staff.

FUENTE: CHLE.AS.COM

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