Con emoción, orgullo y una profunda vocación que no se apaga con los años, los profesores normalistas copiapinos celebran 120 años de historia en Chile. La conmemoración se vive con una serie de actividades que no solo recuerdan el pasado, sino que también reafirman el compromiso de estos educadores con la formación de generaciones.
Este jueves, la sede del Colegio de Profesores y Profesoras fue el punto de encuentro de una de las actividades. Gerardo Claro Díaz, de la promoción 1961, conversó con Nostálgica sobre el orgullo de pertenecer a esta formadora de docentes, que, con mas de un centenario de la fundación de la Escuela Normal Rómulo J. Peña, se mantiene vivo su recuerdo y legado.
La agenda de actividades ha sido diversa y cargada de simbolismo. Desde exposiciones artísticas hasta encuentros literarios, todo ha sido pensado para mantener viva la memoria y el legado de los normalistas, comenzando este lunes comenzó con visitas a medios de comunicación para difundir el programa, el martes con el lanzamiento de un libro dedicado a Potrerillos y una muestra que reúne trabajos artesanales de profesores normalistas y rinde tributo a antiguos docentes de artes plásticas, indicó el profesor Guillermo Devia Funes, de la promoción de 1965.
Cierre que se conjugará con la esperada “Gala Poética Hernán Márquez Huerta”, en honor al recordado profesor de castellano. Este evento se realizará a las 19:00 horas en el Liceo de Música de Copiapó, con poemas musicalizados y recitados junto a una orquesta.
Para este viernes, la comunidad está invitada a un concierto de la Orquesta Sinfónica de Copiapó en la Catedral, también a las 19:00 horas, actividades que son abierta a la comunidad, por lo que el profesor Devia extendió una invitación a toda la comunidad a disfrutar de estas instancias donde se recuerda el legado de los normalistas con arte y cultura.
A 120 años del inicio de esta historia, los profesores normalistas siguen siendo un ejemplo de vocación, entrega y amor por la enseñanza. Y en cada rincón del país donde haya uno de ellos, la memoria de la Escuela Normal Rómulo J. Peña sigue viva, firme y orgullosa.