Lo que debió haber sido una jornada deportiva para compartir y disfrutar, terminó en un hecho de violencia que hoy remece al fútbol amateur regional. Elzon Galleguillos, árbitro con más de 18 años de trayectoria, relata la agresión que sufrió el pasado fin de semana mientras oficiaba como asistente en un partido de la serie laboral de la Liga Interempresas.
La situación se produjo durante el encuentro entre los equipos representativos de la empresa Pucobre y la Universidad de Atacama. Tras el pitazo final, y ante el descontento de algunos jugadores por un supuesto offside no cobrado, Galleguillos fue abordado por un grupo de personas —algunas de ellas, según señala, trabajadores de Pucobre— quienes lo agredieron físicamente por la espalda.
El episodio fue denunciado en Carabineros y el caso quedó en manos de la Fiscalía. Según Galleguillos, los agresores están identificados y espera que se tomen medidas no solo legales, sino también institucionales por parte de la empresa, ya que —según relata— esta facilita sus instalaciones para la liga y respalda la participación de sus trabajadores en el torneo.
Lamentablemente, no se trata de un hecho aislado. Elzon recuerda que el año pasado, otro colega también fue agredido en la misma competencia.
A pesar de todo, Galleguillos no piensa abandonar el arbitraje. “Lo que uno quiere es seguir, pero con más cuidado. Ya no se puede ir a cualquier liga”, reflexiona. Reconoce que la violencia se concentra, especialmente, en la serie laboral. “Tal vez la gente más joven tiene otra actitud en la cancha. Los senior, los super senior, van a pasarlo bien. Pero acá pareciera que algunos se olvidan que esto es un juego”.
Su llamado es claro: respeto. “Somos árbitros, sí. Pero también somos personas. Con familia, con trabajo. Sin árbitros no hay partido. A veces parece que eso se olvida”.
