Como secretario de Organización del PSOE, este dirigente se convirtió en uno de los más influyentes de la colectividad liderada por el Mandatario español.
No hay semana en que el mandatario español, Pedro Sánchez, sufra un nuevo golpe que haga temblar su estadía en el Palacio de La Moncloa. La renuncia el jueves del número tres del Partido Socialista (PSOE), Santos Cerdán, tras revelarse su supuesta implicancia en un caso de corrupción, tiene nuevamente al gobernante entre las cuerdas, al punto que tuvo que salir a pedir perdón a la ciudadanía.
Y si bien el jefe de Gobierno aseguró que “no conocía absolutamente nada” sobre las presuntas irregularidades, recalcó que nunca debió “confiar” en Cerdán, un diputado socialista muy cercano a él por años y que desempeñó importantes tareas, como negociar con el independentista catalán Carles Puigdemont el vital apoyo de su partido al gobierno en minoría en el Parlamento.
Cerdán, que en el organigrama del PSOE solo estaba por debajo de Sánchez y de la vicepresidenta del gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, renunció luego de que este jueves un juez del Tribunal Supremo revelara un informe policial que muestra “consistentes indicios acerca de la posible participación” del socialista “en una adjudicación indebida” de contratos públicos a cambio de dinero. No obstante, declinó a dejar su escaño en el Congreso.
Se trata del caso por el que están siendo investigados el exministro y exmano derecha de Sánchez José Luis Ábalos y el cercano asesor de este, Koldo García, a quienes se les acusa de haber cometido delitos de integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación por haber obtenido dinero por contratos adjudicados durante la pandemia de covid.
Santos Cerdán fue citado a declarar ante el juez del Tribunal Supremo el 25 de junio, cuando dijo que ofrecerá “todas las explicaciones pertinentes para demostrar” su inocencia. Esta nueva revelación, no obstante, supone un nuevo dolor de cabeza para el presidente del Gobierno español, cuyo entorno tiene muchos frentes judiciales abiertos.
Trayectoria
Santos Cerdán (56 años) nació en el municipio de Milagro (Navarra) en el seno de una familia de fuerte tradición socialista, según reporta El Confidencial. Titulado de técnico en Electrónica Industrial, sus primeros pasos profesionales los dio en empresas del sector agroalimentario.
El salto a la política lo dio a los 30 años, en 1999. Ese año, Cerdán se inscribió como militante del PSOE y fue elegido concejal de Milagro, cargo que ostentó durante tres periodos hasta 2015. En paralelo, fue creciendo al interior de su partido, convirtiéndose en secretario de Organización de la colectividad en Navarra. Asimismo, en 2014 entró al Parlamento Foral de Navarra como sustituto y renovó su escaño para el periodo 2015-2017.
En todo ese tiempo, este dirigente fue sumando poder en el PSOE de Navarra, siendo reconocido por tener un perfil distinto al resto de sus compañeros de militancia, al tener estudios técnicos y no universitarios, según Ok Diario. Su experiencia en la calle le dio notoriedad, jugando un rol crucial en la campaña de Pedro Sánchez en las primarias internas del partido en 2017, como encargado de la recolección de avales.
Tras el triunfo de Sánchez, Santos Cerdán fue elegido en 2019 diputado nacional por Navarra, puesto que aún ostenta. Su poder se extendió a toda España: en 2020 tomó la presidencia de la fundación Pablo Iglesias y un año después fue nombrado secretario de Organización del PSOE, convirtiéndose en “uno de los principales estrategas del partido y mano derecha del presidente del Gobierno”, señaló El Confidencial.
Como tercero del Partido Socialista, Cerdán fue el encargado de negociar con Junts per Catalunya su apoyo para la investidura de Pedro Sánchez luego de las elecciones de 2023. Los votos de la formación separatista eran vitales para que el dirigente socialista se mantuviera en el Gobierno, pese a que el opositor Partido Popular (PP, derecha) fue el más votado.
Es por eso que el secretario de Organización del PSOE viajó a Bruselas y se reunió con el líder catalán Carles Puigdemont, requerido por la justicia española por su rol en el intento separatista de 2017. Estas negociaciones concluyeron con la aprobación de una polémica ley de amnistía para los separatistas catalanes detenidos, a cambio de su apoyo en el Congreso.
Este hecho le dio más poder aún a Cerdán, sin embargo, los últimos casos de corrupción sepultaron su carrera política. El PSOE, además, perdió a una de sus piezas clave.
Fuente: Emol
