La comunidad de Caldera enfrenta días de incertidumbre debido a la suspensión de clases en el Liceo Manuel Blanco Encalada tras la detección de gases en el ambiente, situación que también ha afectado el funcionamiento del Centro de Salud Familiar (CESFAM) de la comuna. Padres, apoderados y estudiantes han manifestado su inquietud ante la interrupción del proceso educativo y los posibles efectos que esto podría tener, especialmente en el caso de los alumnos de cuarto medio, quienes se encuentran en una etapa clave de su escolaridad.
Frente a la situación, el Servicio Local de Educación Pública Atacama (SLEP) ha tomado diversas medidas con el objetivo de resguardar la seguridad de los estudiantes y trabajadores del establecimiento. Según explicó el director ejecutivo suplente de la entidad, Daslav Mihovilovic Pérez, se ha trabajado en terreno junto a los apoderados y el equipo directivo para monitorear la situación y aplicar medidas preventivas.
“La razón por la que buscamos información técnica precisa es que queremos garantizar la seguridad de nuestros estudiantes antes de retomar por completo las actividades escolares”, explicó el director ejecutivo suplente del SLEP.
Uno de los puntos que más preocupa a los apoderados es la posible pérdida de contenidos y el impacto que esto tendrá en los estudiantes, en especial en aquellos que cursan cuarto medio. La interrupción de las clases podría significar menos herramientas educativas en un momento crucial de su formación académica, afectando su preparación para exámenes y procesos de admisión universitaria.
La comunidad educativa se mantiene alerta y a la espera de una solución definitiva que permita el regreso seguro a las actividades escolares. Padres y apoderados han solicitado a las autoridades respuestas concretas y medidas efectivas para garantizar la normalidad en el proceso educativo.
Por el momento, se espera que el informe técnico de Nueva Atacama aporte datos fundamentales para determinar el origen de los gases y definir las próximas acciones. Mientras tanto, la incertidumbre persiste y el llamado de la comunidad es claro: garantizar la seguridad de los estudiantes y trabajadores, y minimizar el impacto que esta situación pueda tener en la educación de los jóvenes de Caldera.
Liceo Manuel Blanco Encalada – Caldera – imagen referencia
