La descarga ilegal de estos químicos provoca una contaminación del agua y daños para el medioambiente. Desde Nueva Atacama no descartan iniciar acciones judiciales por el daño a la infraestructura sanitaria.
La empresa sanitaria Nueva Atacama junto con producir y distribuir agua potable de calidad, también se hace cargo del posterior tratamiento de éstas, una vez que ha sido utilizada en los diferentes hogares. Sin embargo, este proceso de recuperación, tan importante para no impactar negativamente al medioambiente, se ha visto perjudicado debido al vertimiento de aceite de automóviles al sistema.
Esta grave situación ha quedado al descubierto gracias al continuo trabajo de mantenimiento que realiza la empresa sanitaria, que incluye el uso de cámaras de vídeo que se introducen al interior de los colectores, con lo cual, se puede corroborar su correcto funcionamiento y también detectar la presencia de este tipo de sustancias.
“Las ciudades de Copiapó, Tierra Amarilla y Chañaral son las que más han concentrado este tipo de situaciones, identificándose a una automotora y algunos lubricentros, quienes estarían arrojando al alcantarillado este tipo de químicos. Estos provocan un gran impacto en el proceso que realizamos en nuestras plantas de tratamiento para la recuperación de las aguas servidas”, puntualizó Juan Bolaños, Gerente de Clientes.
Autoridad Sanitaria
Debido a estas malas prácticas, la empresa sanitaria ha puesto en conocimiento de la autoridad competente los antecedentes.
Daisy Sepúlveda, abogada y fiscal de Nueva Atacama, explicó que “dada la gravedad de las actividades de descargas ilegales que se han detectado en nuestros sistemas, hemos informado a la autoridad sanitaria de la región, solicitando su colaboración, con la finalidad que se fiscalicen los recintos industriales que generan este tipo de residuos”, comentó.
Asimismo, señaló que no se descartan acciones judiciales por los daños que estas descargas producen a la infraestructura sanitaria.
Fuente: Nueva Atacama