Cerrar

29 de junio 2025: El día en que los comunistas se impusieron a la socialdemocracia en las urnas

Un día histórico. Y quizá no solo para Chile, sino para todos los países donde la democracia es el sistema político por excelencia: Jeannette Jara, la candidata del Partido Comunista, se impuso en la primaria presidencial del oficialismo, derrotando a Carolina Tohá, del denominado socialismo democrático, que algunos llaman socialdemocracia, y que otros también creen que es la heredera de Concertación.

El PS, el PPD y el PR, partidos que lideraron gobiernos que trasformaron con éxito al país, se cuadrarán ahora bajo la figura de Jara, cuya campaña “liviana” según expertos, tratando de emular a Michelle Bachelet, con un programa de siete páginas para evitar grandes debates, sintonizó con el votante. Obtuvo el 60% de los votos.

Sin embargo, sintonizar puede ser un verbo demasiado grande para describir lo ocurrido considerando la paupérrima participación. Había 15.499.071 personas convocadas a votar, pero la izquierda solo logró movilizar algo más de 10%.

A modo de comparación, Daniel Jadue y Gabriel Boric congregaron 1.752.922 votos (correspondiente al 11,92% del padrón), aunque en ese proceso no estuvieron los partidos del Socialismo Democrático. En 2013, en tanto, Bachelet junto a Claudio Orrego (DC), José Antonio Gómez (PR) y el independiente Andrés Velasco, sumaron 2.142.070 votos (el 16,09% del padrón), aunque en ese tiempo no existía el Frente Amplio.

Jara, la exministra del Trabajo del Presidente Boric, será la apuesta de la izquierda (y la centro izquierda) para disputar La Moneda a las oposiciones, representadas por Evelyn Matthei, de Chile Vamos, y José Antonio Kast, del Partido Republicano.

Max Colodro lo resumía esta mañana en una columna del diario La Tercera: “Parecía una carrera corrida, donde había poco en juego”. En marzo, cuando Tohá dejó su cargo como ministra del Interior, muchos creían que era la heredera del Gobierno.

Tohá no logró encender su campaña, dotarla de mística, atrapada con su cercanía con Boric, nunca logró tomar distancia del Gobierno. Cuando Oscar Landerretche apuntó contra el Frente Amplio, ella señaló que no era su vocero, cuando muchos entendían que los dichos del economista era una oportunidad para marcar un quiebre que muchos simpatizantes de centroizquierda esperaban. Votantes que, al parecer, hoy se quedaron en su casa.

Con todo, al final de la campaña, Tohá sacó algo de artillería para emplazar a Jara por su comunismo, a todas luces un gesto tardío, pues la oriunda de Conchalí ya era imbatible. Sin ir más lejos, en la edición de Reportajes de El Mercurio de hoy se deslizaba que en La Moneda ya existían señales del triunfo de Jara.

Otro factor relevante de Jara, además de performance en campaña, es que logró sortear las polémicas del proceso, algunas instaladas por su propio partido: El rol de Daniel Jadue, que ella buscó reducir, sus dichos sobre los presos políticos en Cuba, refutados por el timonel del PC, Lautaro Carmona, la posibilidad de otro proceso constituyente, impulsado por el mismo Carmona, que ella debió descartar. Entremedio, los dardos de sus contrincantes: “No se tomó en serio su promesa de no mentir”, dijo el secretario del FA.

Descalabro del Frente Amplio

Pero además, la elección dejó instalado la reducción de influencia del Frente Amplio.

Se puede buscar varias causas para explicar las razones del tercer lugar de Gonzalo Winter, tan distante de Tohá y Jara. La elección del candidato, por lo pronto, ungido cuando Tomás Vodanovic se negó varias veces, no fue del todo pulcro. La campaña se llenó de desacierto, siendo el más notorio el tono de la franja, con emplazamiento a una supuesta “mesa del poder”. Ser el continuador del Gobierno, como Winter se plantó, también significó un costo.

Lo concreto es que cuatro después de que Giorgio Jackson instalara la idea de los “anillos concéntricos” del poder en La Moneda, cuando ganó Boric la presidencia (los partidos del FA más al centro, el Socialismo Democrático más afuera), hoy el bloque quedó deslucido, lo que podría complicar la negociación parlamentaria. En definitiva, la capacidad de movilización del Frente Amplio quedó en tela de juicio.

De la aventura de Jaime Mulet, la cuarta cuerda de este trompo, poco se puede decir, como pocos fueron sus votos. Muchos analistas de la plaza planteaban antes de la elección que su real interés está en la senatorial por Atacama.

Las interrogantes

¿Qué viene ahora para el oficialismo? Salir a explicar la escasa participación, para lo cual pueden existir varios argumentos –el frio o las vacaciones del invierno-, pero lo cierto es que los seis partidos del oficialismo no lograron movilizar ni entusiasmar, lo que deja a la ganadora con una plataforma menguada de cara a lo que viene.

La diferencia entre Jara y Tohá fue relevante, lo que será factor ahora para consensuar el programa de gobierno. ¿Cuánto podrá influir el Socialismo Democrático o el Frente Amplio? Es una duda que emerge, con la misma intensidad que la influencia que tendrán los jerarcas del PC en su campaña.

Pero sin duda, la gran pregunta que queda planteada es la estrategia que Matthei y Kast tomarán a partir de mañana, ahora que saben quién es la candidata de continuidad. En ambos comandos señalaban que daba lo mismo el ganador, aunque en privado reconocían que un triunfo de Jara !era una mala noticia para el país”.

Sin embargo, existe consenso que el centro, incluso un sector de la centroizquierda, quedó sin candidato, lo que abre la última interrogante: La posibilidad de que un nuevo nombre, quizás apoyado por la DC, intente cautivar a ese electorado. ¿Alcanzarán?

Lo cierto es que en un intríngulis electoral, el Partido Comunista de Chile – un Partido Comunista que declara que su visión de sociedad se sustenta en las concepciones de Marx, Engels y Lenin– derrotó a los socialdemócratas. Algo inédito. Algo probablemente muy difícil de entender fuera de Chile.

Fuente: Emol.com

scroll to top